180 policías de Azuay se trasladaron a zona cero para realizar relevos

Cuenca.- Esta mañana, 180 servidores policiales, entre hombres y mujeres aspirantes, partieron desde la Subzona Azuay hacia las zonas afectadas por el terremoto. El comando del Azuay realizó una ceremonia de despedida para augurar éxito en las labores de seguridad y control ciudadano.
Se planificó una ceremonia para desear éxito a los uniformados que partieron como relevos del personal que se encuentra trabajando en la denominada zona cero.
Esta mañana, 180 servidores policiales, entre hombres y mujeres aspirantes, partieron desde la Subzona Azuay hacia las zonas afectadas por el terremoto. El comando del Azuay realizó una ceremonia de despedida para augurar éxito en las labores de seguridad y control ciudadano.
Con un proceso de vacunación concluido, el personal estuvo listo para partir al llamado del deber. El acto formal lo inició el coronel Rubén Reyes, jefe accidental de la Subzona Azuay. “Sabemos que la misión es dura y difícil, sin embargo, confiamos en el profesionalismo y vocación de servicio de cada uno de ustedes y sabemos que lo harán de la mejor manera”, aseguró Reyes.
En medio de la ceremonia, la Gobernadora (e) Viviana Bueno entregó un centenar de cartas de los niños cuencanos en apoyo a las labores policiales, mismas que fueron conferidas a cada uno de los uniformados que aguardaban con su corto equipaje, la partida.
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“Es una motivación muy grande”, aseguró la aspirante Carmen Mora, y añadió que para estas labores se han preparado física y sicológicamente.
“Nos habría gustado ir antes”, mencionó el suboficial Miguel Méndez, quien se dirigió a los presentes en representación de los relevos.
Las autoridades felicitaron y desearon éxitos a los 180 servidores pertenecientes a la escuela de formación, Servicio Urbano y Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO).
Partieron en varios buses con la convicción de servir y proteger. Además de la seguridad, mantendrán contactos ciudadanos y prestarán servicio en los albergues, esperando regresar con nada más que una sonrisa y la satisfacción plena del deber cumplido. Redacción Azuay.
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