Cuenca.- Escondidos al interior de dos envases que contenían manjar de leche, los agentes de la Unidad Antinarcóticos del Azuay descubrieron dos paquetes envueltos en plástico y cinta de embalaje, que contenían una sustancia blanca que, luego de las pruebas pertinentes, se comprobó que se trataba de cocaína, con un peso de 2.2 kilos.

La droga fue localizada en una encomienda que fue entregada por una mujer en una agencia de envío, ubicada en el Centro Histórico, la cual fue inspeccionada por los agentes de Antinarcóticos, durante los controles previstos que se realizan a las mismas de forma diaria.

El capitán Diego Genovéz, de la Unidad Antinarcóticos del Azuay, indicó que al momento se efectúan las investigaciones en base a los datos entregados por la mujer que dejó la encomienda, así como el nombre de la persona que debía recibir el paquete, cuyo destino era Danbury, Connecticut, Estados Unidos.

“En los operativos que se desarrollan a diario en las agencias de envío de encomiendas, los agentes están pendientes de cualquier paquete sospechoso, especialmente aquellos que contienen alimentos o algún tipo de producto que pueda esconder la droga para enviarla al extranjero”, agregó Genovéz.

El oficial indicó que los agentes de la Unidad Antinarcóticos han reforzado los controles en determinados correos, en los cuales, durante las últimas semanas, se ha descubierto una serie de paquetes considerados contaminados con droga, por ello se busca detener este tipo de actividad ilícita. Redacción M. N. /Azuay.

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