Guayaquil.- Los conocimientos obtenidos durante el Congreso Internacional Latinoamericano de Psicología Jurídica y Forense que se desarrolló en Guayaquil del 3 al 5 del mes en curso, son aplicados a partir de esta semana en las actividades diarias de los 100 uniformados que participaron de dicha formación académica.

Uno de los temas que mayor interés policial causó fue evitar la revictimización de afectadas y afectados por violaciones, violencia familiar, secuestros express, maltrato infantil u otros delitos. Sobre ello, el conferencista Francisco Maffioletti, catedrático chileno de la Universidad Diego Portale explicó que al ser los uniformados los primeros en auxiliar a este tipo de víctimas, es importante indagar lo necesario sin caer en repreguntas incómodas que luego se las vuelven a hacer durante la elaboración del parte policial y la denuncia en la Fiscalía.

“Lo apropiado es que al tratarse de un delito grave, quienes atiendan a los perjudicados sean policías especializados, es decir si la maltratada es una menor de edad, el caso debe acogerlo inmediatamente personal de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen). Los gendarmes pueden apoyarse en el Fiscal que dirigirá la investigación para coordinar la protección que se debe tener según el tipo de proceso legal”, indicó.

Uno de los asistentes, el teniente David Cáceres, quien ya se reintegró a la Dinapen, unidad en la que labora, expresó que mucho de lo aprendido le servirá en su jornada diaria. “El trato que se le da a un adulto es siempre diferente a la que recibe un niño, niña o adolescente, en nuestra formación académica nos preparan para ello, sin embargo nunca está demás refrescar los conocimientos”, recalcó el uniformado.

La prevención del delito, en especial de crímenes a consecuencia de la violencia intrafamiliar, fue otro asunto abordado. Los uniformados asimilaron durante la disertación del sicólogo clínico Carlos Carpio, que su trabajo en las comunidades es elemental, pues ellos son los primeros en conocer los conflictos que aquejan a las familias y darles vías de solución. “Esta capacitación les sirve para identificar cuál es su papel en la sociedad y ejercerlo a cabalidad, muchas veces conocemos lo que vive un menor de edad o una pareja que son violentados y son ellos con las técnicas apropiadas los llamados a evitar que el clima de maltratos no se torne en una escena de un homicidio”, agregó.

El cabo primero Ronaldo Garcés, quien labora en la Unidad de Policía Comunitaria ubicada en la Atarazana y quien participó de esta cita, se mostró complacido con lo aprendido, “sinceramente no sabía que era tan importante mi trabajo, nosotros auxiliamos personas sin imaginar que a su vez estamos impidiendo que delitos graves se registren, sino llegásemos a tiempo o no le prestásemos atención a los habitantes de nuestro sector sin duda tendríamos una tasa de homicidios mayor”, finalizó el gendarme. /Redacción Guayas.

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