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Niño de 10 años cumplió el sueño de ser policía por un día en Los Ríos

Babahoyo.- Carlitos (nombre protegido) de tan solo 10 años de edad cumplió el sueño de ser policía, y formar parte  de esta  noble institución del orden, durante un día en la ciudad de Babahoyo provincia de Los Ríos.
 
El pasado viernes se presentó a las 07h00 en las instalaciones de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC), con ropa camuflaje y una gorra  que lo identificaba como un agente del orden.
 
Su corazón le decía que esta institución cumple los sueños de todos aquellos  niños con enfermedades que pongan en riesgo sus vidas dándoles esperanzas, alegría y fortaleza, para que su calidad de vida sea mejor.
 
El teniente coronel Richard Cuellar Orellana, jefe del distrito Babahoyo, le cedió por unos minutos el mando del grupo aprovechando que se realizaba la primera formación de la mañana.
La sorpresa para Carlitos, era tal que nunca se imaginó ver a tantos policías a su lado. Y sin perder tiempo el pequeño infante los puso a hacer ejercicio, (sapitos), con la finalidad de sacarles el frío de la mañana y para que aflojaran los músculos de las piernas.
 
En esa acción participaron cerca de 50 hombres entre oficiales, clases y policías quienes soltaron una carcajada, al notar que el nuevo y pequeño comandante los ponía a trabajar.
 
Luego el chico saludó a todos con un estrechón de manos, diciéndoles: “Hola soy Carlitos, el nuevo policía”. Mientras pasaban lista, el infante no paraba de conversar y preguntar cómo funcionaban las armas.
 
En un instante le prestó la radio de comunicación el teniente Juan Pavón, quien con paciencia le enseñó cómo funcionaba el dispositivo. Sin perder tiempo Carlitos comenzó hablar a través de la radio y su primera disposición fue: “Sino cogen a todos los ladrones, están castigados”, frase con la que nuevamente sacó una sonrisa a los gendarmes que lo rodeaban.
 
Recorrido por la ciudad
 
El pequeño fue invitado a conocer las instalaciones de la UVC. Estuvo en las oficinas de la Policía Judicial (PJ) y la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), donde fue atendido por el personal que  ahí labora.
 
No podía creerlo, se sentía y actuaba como un uniformado más. Se cuadraba firme haciendo sonar sus zapatos y se llevaba la mano a la frente, poniendo énfasis al saludo institucional.
 
Los agentes del Grupo Antidelincuencial, fueron los padrinos del sueño de Carlitos, conversaron y lo acompañaron en ese día tan esperado. Una vez que los invitaron a subir al patrullero recorrieron las calles de la ciudad de Babahoyo, donde fue conociendo el trabajo que diariamente desempeñan los uniformados para identificar a los delincuentes.   
 
Posteriormente fue trasladado por el mismo patrullero hasta el edificio del ECU-911. Ahí realizó un recorrido donde conoció cómo funcionan las cámaras “ojos de águila” que vigilan la ciudad.
 
Al llegar al centro de monitoreo, tanta fue la maravilla de Carlitos que no dudó en ponerse los auriculares para despachar las emergencias. Como parte del recorrido que ejecutó con la policía, también visitó el entrenamiento canino que se realiza en la escuela de formación policial Sócrates Sanabria (Las Peñas), ssaludó con los aspirantes a Policías de línea, con quienes se tomó varias fotografías. Así Carlitos regresó a casa, con la alegría de haber cumplido su deseo de haber pertenecido a las filas policiales.
 
Sus familiares

 
Sus familiares señalaron que el pequeño es portador  del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), sin embargo por su corta  edad no alcanza a entender la gravedad de la enfermedad y vive una infancia llena de  sueños y esperanzas. Oriundo de Babahoyo, recibe  tratamiento para que no se desarrolle el Sida en el hospital Francisco Icaza Bustamante, en Guayaquil. / Redacción Los Ríos.
 
Fotografías:


 

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