Camilo Ponce Enríquez.- El derrumbe de una mina ocasionado por la presunta explosión que dejó dos obreros muertos y cinco heridos, esta mañana, tuvo la oportuna acción de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) y el Grupo de Intervención y Rescate (GIR).

Los comandos del GIR ayudaron a recuperar los cadáveres de dos obreros, Adolfo García Arteaga, de 25 años, y Julio Anchundia Campuzano, de 30 años. Mientras cinco trabajadores resultaron heridos y fueron trasladados a una casa médica del cantón.

Según los datos preliminares, la mina no contaría con los permisos de funcionamiento, por lo que las investigaciones se enfocarán en la presunta mala manipulación de explosivos o inestabilidad de las bases, entre otras hipótesis del incidente. El administrador de la mina fue trasladado a la Fiscalía para el proceso investigativo.

El coronel Walter Salguero, comandante accidental de la Policía Nacional de la Subzona Azuay, informó que la Policía compartió algunas medidas de seguridad para el trabajo minero. La Agencia de Regulación y Control Minera (Arcom) investigará y analizará que las medidas preventivas que ejecutan en las mineras sean las adecuadas.

Por su parte la Unidad de Criminalística recolectó los indicios y evidencias respectivas, las mismas que serán analizadas y contribuirán para determinar la causa exacta de la muerte de los obreros, así como las circunstancias que provocaron esta nueva tragedia en el cantón azuayo. /Redacción Azuay.