Saltar al contenido principal

Martín Castelo, embajador de la paz, se empeña en ser un profesional en motociclismo

Quito.- Martín Castelo Jácome siempre ha estado muy unido al deporte extremo de motocross, una disciplina deportiva cargada de mucha adrenalina y llena de peligros.

Desde muy pequeño ha sentido profunda vocación por el mundo de las dos ruedas. A pesar de todos los riesgos que enfrenta en cada competencia, su meta es ocupar los primeros lugares.

Es así como el año pasado se proclamó, en la pista del Parque Extremo Guayaquil, campeón latinoamericano de motocross. Un gran espectáculo que aún queda en la retina de quienes observaron la destreza de este joven para controlar este singular vehículo.

Ha participado en algunos campeonatos nacionales e internacionales. Ha tenido momentos agridulces y gracias al apoyo de sus padres, aspira el próximo año, pasar al profesionalismo.

En septiembre pasado, Martín recibió del Ministerio del Interior un Acuerdo Ministerial, en el cual se consigna una felicitación pública, en reconocimiento al triunfo obtenido en el campeonato de motocross, modalidad MX2. Enfrentó a figuras nacionales, colombianos, peruanos y de otras nacionalidades.

Este joven que reside en Georgia, Estados Unidos, se constituye en el embajador de la paz. El deporte es su bandera y un ejemplo a seguir.

“Mi compromiso y responsabilidad es guiar a la juventud por un mejor camino”, dice con tono enfático, al referir que, “los adolescentes muchas veces no fijan un futuro prometedor ni tampoco encuentran algo que verdaderamente amen”, que no siempre puede ser el deporte sino cualquier meta que se impongan.

Martín, algo nervioso pero con muchas perspectivas positivas, arma su maleta para viajar a Estados Unidos, donde tiene previsto prepararse para participar, en agosto próximo, en el campeonato amateur más grande del mundo, para el cual debe clasificar y pasar diferentes etapas. Esto implica, a decir de Martín, entrenamientos intensos durante tres meses para la etapa clasificatoria.

Su meta es entrenarse como lo hacen los profesionales y competir con los mejores. No piensa descansar hasta ser un profesional en el motociclismo.

Con la frescura de su juventud a flor de piel, muestra optimismo y deseos de superación. Siente que ha dado al país cuatro campeonatos latinoamericanos en un deporte extremadamente difícil, en el cual ha arriesgado su propia integridad física, por lo que considera que merece el apoyo gubernamental.

Los trofeos y medallas acumuladas son fieles testigos de sus victorias nacionales e internacionales alcanzadas durante su trayectoria deportiva, así como sus huellas de caídas y lesiones que las lleva con orgullo impregnadas en su cuerpo.

Su periplo es amplio a su corta edad. Ha competido en México por tres ocasiones, Estados Unidos, Colombia, Guatemala y en Ecuador. / Redacción Quito.


 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *