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Misa campal en Quito se desarrolló sin inconvenientes, bajo un amplio resguardo policial

Quito.- Aproximadamente un millón y medio de feligreses se congregaron la mañana de este martes 7 de julio, en el parque Bicentenario, para participar de la misa campal que ofreció el Papa Francisco. Desde la noche anterior, la Policía Nacional ejecutó operativos de control y resguardo ciudadano.

A las 17h00 del lunes 6 de julio, las puertas del Bicentenario se abrieron. Miles de católicos comenzaron a reunirse en las instalaciones del parque para hacer la vigilia previa a la llegada del Sumo Pontífice. Cerca de 1.800 gendarmes se desplegaron por el interior del campo, con la finalidad de resguardar la Seguridad Ciudadana y ayudar a los feligreses que necesiten atención inmediata. A más de ellos, un total de 8 mil policías brindaron seguridad en todo el operativo para la misa campal.

El sol aún no salía y el Grupo de Intervención y Rescate (GIR), con su escuadrón antiexplosivos, realizó un barrido de seguridad para verificar que no exista ningún material explosivo o radioactivo que atente contra la seguridad del Papa y de los feligreses en todo el parque. A la par, el Servicio Aeropolicial (SAP) comenzó con los primeros sobrevuelos para reforzar el control desde el aire.

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Javier Valdivieso, asesor del director General de Operaciones de la Policía Nacional, indicó al cierre de edición no se presentó ninguna novedad. Un equipo de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), ayudó a la ubicación y encuentro de menores de edad extraviados durante el evento. Aproximadamente 12 niños fueron acogidos y entregados a sus padres, señaló Valdivieso.

El Centro de Adiestramiento Canino (CRAC), con 26 canes y sus entrenadores, se ubicó en las entradas y salidas del parque, con la finalidad de ser el equipo de reacción en caso de cualquier disturbio que pudiera presentarse.

Oficiales, clases y cadetes, se colocaron en los alrededores de los bloques, para ayudar a sostener las vallas de contención, controlar el orden público y verificar que ninguna persona se ubique en el camino por donde el Papa Francisco transite en el papa móvil. También fueron los encargados de ayudar a ubicar las carpas de salud y trasladar a heridos hacia las mismas.

Cerca de las 11h30, formaron un cordón policial en la avenida Amazonas para despejar a los asistentes, puesto que la caravana papal transitaría de salida hacia la Nunciatura Apostólica. Redacción A. V. /Quito.

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