Último día de visita del Papa Francisco contó con el resguardo de 8.900 policías

Quito. Una mañana soleada reconfortó a los feligreses que acudieron en gran cantidad, desde el norte del país y de las zonas aledañas al Santuario de la Virgen de El Quinche, para recibir la bendición del Sumo Pontífice.
Durante el trayecto y eje vial a la zona de visita, los servidores policiales brindaron seguridad a la ciudadanía, control preventivo y resguardo a los aproximadamente 6 mil residentes y extranjeros que llegaron a la Plaza.
A las 10h38 de este miércoles 8 de julio, en un ambiente de celebración y fe, en el Santuario, ubicado al nororiente de Quito, la población recibió al Pontífice con pétalos de rosas que lanzaban al papa móvil. Alrededor de 1.200 efectivos policiales reguardaron la seguridad durante todo el recorrido Papal, en los sectores de El Quinche y ejes viales.
Los organismos de socorro no evidenciaron inconvenientes y la población colaboró para que haya orden en la llegada de los devotos. Las ventas informales tuvieron su espacio y los accesos estuvieron señalados.
En la parte frontal, cientos de creyentes se acomodaron en los alrededores del parque central durante la noche y la madrugada, resistiendo al frío para lograr una ubicación que les permita ver al Papa Francisco y recibir su bendición.
En la parte posterior del Santuario en el Campo Mariano, el Vicario de Cristo se reunió con decenas de congregaciones religiosas (salesianos, jesuitas, franciscanos, etc) y también sacerdotes de varios países como Colombia, Venezuela y Brasil.
El Embajador del Vaticano, en su discurso a los sacerdotes y hermanas consagradas, hizo un pedido para renovar cada día la memoria de gratuidad y la vocación de servicio con la que llegaron para darse a los demás, así como para que recen por él, «porque yo también siento la tentación de olvidarme de la gratuidad con la que Dios me eligió», recalcó el Papa Francisco. De este modo cerró este miércoles su agenda en nuestro país.
En total se desplegaron 8.900 efectivos policiales para resguardar a 30 mil feligreses presentes en todo el trayecto al Santuario del Quinche y aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, en el último día de visita y encuentro con los ecuatorianos del Sumo Pontífice.
Juan Cepeda, ciudadano venezolano indicó que hizo el viaje y pernoctó en el Quinche así como en el Bicentenario, como una muestra de fe, para recibir la palabra del Papa Latinoamericano y resaltó el despliegue policial que se mantuvo en todos los eventos efectuados por el Santo Padre.
Marina Guzmán, una ciudadana proveniente de Azcazubi, sector aledaño a El Quinche, gustosa de alegría sostuvo que la bendición del Papa le permitió fortalecer la fe y sembrar en sus hijos la gracia de Dios y practicar su palabra, indicó.
Carlos Argüello, ciudadano mexicano lloró de la enorme emoción que sintió cuando vio al Sumo Pontífice. Él viajó desde hace un mes atrás para pedirle la bendición para su familia y en especial a su hija que tiene una escoliosis y será sometida a una cirugía. También destacó los operativos ejecutados en el país y felicitó al Gobierno por mantener el orden y seguridad ciudadana.
Esta tarde, el Papa viajó a La Paz, Bolivia. En la ciudad de Santa Cruz celebrará otro encuentro con grupos bases y visitará a los internos del centro de reclusión social de Palmasola. El viernes viajará a Paraguay, donde culminará la gira de ocho días por Latinoamérica. Redacción A. R. /Quito.
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