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Feligreses destacaron la labor policial durante visita del Papa Francisco, en Guayaquil

Guayaquil. Un importante trabajo estratégico de seguridad desarrolló el Ministerio del Interior y la Policía Nacional durante la visita del Papa Francisco, en Guayaquil. El éxito de la operación se debió a una planificación previa que tomó dos meses y al arduo trabajo de los agentes del orden, quienes resguardaron cada lugar por el que transitó el Jefe de Estado del Vaticano.

Miles de feligreses reconocieron la ardua labor de los uniformados. Por ejemplo, Verónica Gencón, quien vive en la ciudadela La FAE, ubicada al norte de Guayaquil, destacó que la presencia policial en la base aérea de las Fuerzas Armadas del Ecuador, permaneció durante varios días antes de la llegada a Guayaquil del Sumo Pontífice. “Es un cambio de actitud, fuimos testigos del accionar de vigilancia y su amabilidad con nosotros para decirnos qué hacer y qué no, como moradores del sector”.

En el Parque Samanes, la presencia policial fue numerosa, protegieron a los asistentes y los ayudaron, en especial a los adultos mayores y personas con discapacidad. Inés Campoverde acudió a la misa campal con su hija de 35 años de edad, quien padece de discapacidad. “Fui auxiliada desde la avenida Narcisa de Jesús hasta mi lugar por un policía”, señaló.

Madeleine Gonzáles, de 21 años de edad, cursa el último año de Odontología, y llegó la madrugada del lunes al Parque Samanes acompañada de dos amigas. “Queríamos estar lo más cerca posible del Papa, mi mamá me envió con todo tipo de recomendaciones pero al llegar me comuniqué con ella y le dije que había policías en todo el lugar y que incluso nos ayudaron a ocupar un buen sitio. Mi madre se quedó más tranquila”.

Marta Salcedo llegó desde Puerto López, durmió con su hermana en la explanada la noche anterior al evento. “Pensé que era peligroso pero igual me arriesgué a venir a dormir. En todo momento fuimos atendidas por los uniformados”.
Al igual que los ecuatorianos, personas de diferentes nacionalidades se hicieron presentes como Paúl Roque, perteneciente a la Diócesis de Lurin en Lima, quien estuvo con 11 feligreses y agradeció a los servidores policiales por todo el apoyo recibido. “Desde que ingresamos al Ecuador, la Policía nos brindó su servicio, nos orientó en las rutas y una vez que arribamos al Parque Samanes en Guayaquil nos custodiaron durante la noche y el día siguiente”, comentó.

El accionar policial no se limita a dar Seguridad Ciudadana, sino también a interactuar con la comunidad a integrarse en actividades que conciten el interés ciudadano según el Nuevo Modelo de Gestión implementado por el Ministerio del Interior y la Policía Nacional. Redacción B. CH. /Guayas.

Fotografías:


 

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