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La esclavitud del siglo XXI es la trata de personas

La esclavitud del siglo XXI es la trata de personasEl ritmo de las luces y la música disimulan el llanto de «Rosario», recuerda que hace tres años cambió su vida. Salió una mañana a tomar su bus de recorrido, cursaba el décimo año de educación básica. Un anuncio pegado en el poste llamó su atención, “Quieres ganar dinero, no se necesita experiencia, sólo ganas de triunfar”. ¿Por qué no llamar?, es una gran oportunidad, pensó ella.

En lugar de subir al bus, ingresó a una cabina telefónica, marcó el número, tomó nota de la dirección, salió emocionada, sólo ganas de triunfar, volvió a repetir su mente, y se encaminó al lugar de la cita. Un muchacho amigable la recibió, eres bella y dinámica, no será difícil convertirte en modelo le dijo, la alegría iluminó los ojos de “Rosario” al escucharlo. Ven por acá, te tomo unas fotos y tu carrera a la fama empezará de inmediato.

Pero aquella oferta se convirtió en su peor calvario, pasó de vivir en un ambiente cálido y familiar a sobrevivir en condiciones denigrantes, privada de su libertad, durmiendo en el piso, con una comida al día, al rincón de la oscura habitación, un lavabo para su higiene. Mediante amenazas fue introducida en un mundo de drogas, golpes y vejación, del que muchas jovencitas ya formaban parte.

Mientras ella dibuja una falsa sonrisa en su rostro, se acerca un hombre de mediana edad, ella baila mecánicamente, al final de la noche tendrá que salir de su brazo, y horas después deberá entregar el dinero recaudado a su “dueño”.

Más de 200 años han pasado desde la abolición de la esclavitud, sin embargo según datos de la ONU, 27 millones de personas sin distinción de edad, género, origen étnico son víctimas de la Trata, la esclavitud del siglo XXI.
Los grupos vulnerables de la sociedad, son siempre las víctimas de este execrable ilícito que trasciende fronteras.

La Trata de Personas tiene tres momentos, inicia por el reclutamiento o captación, mediante engaños, promesas falsas, amenzas, etc., en segunda instancia, la víctima es alejada de su lugar de origen, de su círculo social y familiar, el traslado puede ser interno, a otra ciudad o provincia, e incluso fuera del país, a través de documentos falsos y con la complicidad de autoridades. Luego viene la explotación.

En el Ecuador las formas de explotación más recurrentes son la sexual, pornografía infantil, mendicidad, reclutamiento para conflictos armados o con fines delictivos y de asociación ilícita, laboral y trabajo forzoso, matrimonios forzados, adopciones ilegales y tráfico de órganos.

Para Doris Moreno, directora de la Unidad de Trata del Ministerio del Interior, este es un delito creciente y cambiante. Si se detectan formas de trata, los implicados en este delito de lesa humanidad, establecen nuevas formas de sometimiento y explotación.

“El ser humano es utilizado como objeto con la finalidad de ser explotado, se desconoce como sujeto de derechos y pasa a ser una mercancía que genera beneficios al tratante, este beneficio en su mayoría es económico, pero también se realizan transacciones o intercambios de otro tipo, droga, armas, territorios, a cambio de una o varias personas (víctimas de trata)”.

La voluntad política asumida por el Ministerio del Interior para enfrentar esta problemática mundial, y que relaciona de manera directa a 17 instituciones públicas tiene como fundamento el enfoque de Derechos Humanos, por ello el Plan Nacional para combatir la Trata consta de los siguientes ejes para su implementación:

  • Prevención y promoción
  • Investigación y sanción
  • Restitución y reparación de derechos (en el aspecto psicológico, educativo, médico, legal y social)
  • Cooperación y coordinación interinstitucional

Pero este esfuerzo no sólo debe ser del Ecuador, por esta razón nuestro país ha propuesto trabajar en protocolos regionales que involucren a varios países de la región, para dar respuesta multidisciplinaria y desde varios ejes.