Portoviejo. El canil, lugar donde descansaba Lyon, está vacío. Este 9 de septiembre el can policial fue sepultado. Su madre y hermana, ambas policías, estuvieron en el último adiós, ante la mirada de dolor de los compañeros de las unidades y servicios policiales que laboran en Manabí, quienes le rindieron honores por haber sido un servidor policial ejemplar.

La ceremonia fue dirigida por el coronel Romel Tapia, jefe de la Subzona Manabí, quien mostró su dolor ante este fallecimiento. “La sociedad y la Policía Nacional pierden a un gran elemento. Los seres humanos consideramos a nuestras mascotas como verdaderos amigos porque siempre dan cariño. Ellos solo esperan una sonrisa o una caricia y lo que entregan es un amor desmedido. Ese amor nos brindó Lyon, quien viene de una familia de policías”, dijo.

Lyon, de 4 años y medio, falleció el martes 8 de septiembre a las 04h45. La causa de su muerte fue una torsión gástrica. El can fue sometido a dos cirugías para remediar el problema; sin embargo, sufrió de peritonitis, lo que agravó todo, y ante la mirada de su guía, cerró sus ojos y no los volvió abrir.

“Hicimos todo lo posible en la clínica veterinaria y con nuestro personal del Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC), para tratar de dar una solución médica, pero lastimosamente murió”, indicó el jefe policial.

Guardián de la ciudadanía

El pastor alemán tenía 3 años siendo parte de la Institución. Era especialista en guardia y defensa, por eso colaboraba durante el patrullaje en el centro de la ciudad, brindaba su contingente en encuentros futbolísticos, desfiles, eventos artísticos y deportivos. Uno de los últimos y de gran magnitud, fue el partido entre Emelec y Atlético Nacional de Medellín, por la Copa Libertadores de América. En ese cotejo, el can colaboró mucho junto a su guía.

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Cuando veía que alguien pretendía hacer daño a otras personas, ladraba y se abalanzaba para neutralizar a la persona y no permitir que alguien lastime a los demás. Dócil con los niños y personas de bien, pero radical con quienes formaban alteraciones del orden público o cometían actos delictivos.

“Se realizó una ceremonia y entierro con los honores, como se merece un funcionario policial que entrega su vida al servicio de la ciudadanía. Los canes son los héroes anónimos que tiene la Policía Nacional y que a veces no son visibilizados”, expresó Tapia.

Un policía especial

El sargento segundo Milton Álvarez, encargado de la Unidad Canina del Distrito Portoviejo, sintió mucha nostalgia por la partida de su compañero. “No era solo un animal, sino un compañero que compartió y entrenó mucho tiempo con nosotros. Aparte de ser leal era muy cariñoso, un policía muy especial”, mencionó.

Lyon era muy sociable, tenía la capacidad de aprender rápido y utilizaba bien su olfato. Para la Policía Nacional, los canes en la especialidad guardia y defensa son fundamentales. Cuando una persona ve a un can, evita generar cualquier tipo de problema. Y es que el trabajo de los caninos es un juego permanente, que a Lyon se le acabó el martes pasado.

Lyon fue enterrado junto a Zeus, su padre, quien también fue policía. Ahora descansan en un espacio de terreno dentro del Comando Provincial de Manabí, palpando, hasta después de la muerte, el sentimiento policial. Redacción L. R. /Manabí.

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