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Alterar la escena de un crimen podría acarrear consecuencias judiciales

Guayaquil. En 1928, el criminalista francés Edmon Locard declaró El Principio de intercambio de Locard, que consiste en que «siempre que dos objetos entran en contacto transfieren parte del material al otro objeto».

Bajo este concepto, al llegar a un lugar donde se registró un asesinato, el personal policial investigativo recoge indicios relevantes como las huellas digitales dejadas en una botella o vaso, los vestigios de gotas de sangre, las marcas de neumáticos y calzado, o los restos de ADN en las uñas de la víctima, para luego de analizarlos y compararlos, determinar la culpabilidad de una persona.

Por desconocimiento a este fundamento técnico, quienes son testigos de una muerte violenta y se acercan por curiosidad al lugar de los hechos, contaminan la escena del delito al mover el cuerpo o los elementos existentes, involucrándose, sin querer, pero este acto puede dejar graves consecuencias.

Como las evidencias no mienten, cuando los agentes de Criminalística realizan la inspección ocular técnica, inevitablemente encontrarán los rastros de su presencia, lo que puede causar la detención de quien irrumpió en la escena del crimen, para ser investigado. Puede ser llamado a declarar por el Fiscal y deberá presentar pruebas de descargo que lo libere del proceso judicial. Todo esto por una falta de prudencia en la manipulación de la escena.

Por ello, el coronel Telmo Erazo, jefe de Criminalística de la Zona 8, recalcó la importancia de instruir a los ciudadanos en que si son los primeros en llegar al sitio donde se produjo un homicidio o un asesinato, deben alejarse por lo menos 25 metros del punto donde se encuentra el cadáver, con el fin de preservar la escena del crimen hasta que arriben las autoridades.

“Los uniformados que generalmente acordonan el área son los de Servicio Urbano, debido a que son quienes atienden las emergencias inicialmente, sin embargo, se han dado casos en que las personas que habitan el sector o transeúntes se sustraen las pertenencias de la fallecido o se llevan los casquillos, por ejemplo, según ellos como un recuerdo, lo que entorpece nuestra labor”, expresó Erazo.

El jefe de Criminalística de la Zona 8 recuerda a los ciudadanos que su unidad cuenta con equipos tecnológicos como el Sistema Integral de Identificación Balística (IBIS), que permite determinar la procedencia del arma de la que fue disparada esa vaina o el Sistema Automatizado de Identificación de Huellas (AFIS), que deja reconocer la identidad a través de sus rastros dactilares, elementos útiles para que el agente investigador pueda resolver los casos.

“Los resultados del cotejamiento de estos indicios no solo sirven al perito para levantar su informe, sino que estas pruebas son utilizadas por el Sistema Judicial para determinar la inocencia o culpabilidad de un acusado, dado a que son 100 % confiables y es que los testigos pueden mentir pero las evidencias no, estas son determinantes para dar o no una sentencia acusatoria”, resaltó Erazo.

Con este criterio concuerda el mayor Francisco Hernández, agente de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), unidad que trabaja de la mano con Criminalística para hallar a los responsables de los hechos sangrientos. “Los vestigios son trascendentales para la investigación, incluso para la intervención en flagrancia, que nos ayuda a determinar a ciencia cierta lo que pasó antes, durante y después de una muerte violenta”.

Hernández agrega que si una escena de crimen fue protegida adecuadamente se podría considerar que con lo que allí se encuentre tienen cubierto un 50 % de la resolución del caso. “Siempre pedimos que las personas que se encuentran presentes no manipulen cualquier tipo de indicio. Al contrario, deben mantenerse a una distancia de 100 metros del lugar donde estamos trabajando”.
La única excepción a esta norma es cuando la víctima de un atentado permanece con signos vitales, donde lo prioritario es brindarle atención médica. Redacción M. M. /Guayas.

Fotografías:


 

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