Posterior a eso, en una acción conjunta entre la DGI y la Intendencia de Policía, a cargo del doctor Juan Sánchez, realizaron la verificación del lugar pasado el medio día del jueves 7 de abril.

Para los agentes no fue ninguna sorpresa encontrar varias evidencias, entre las cuales se encuentran cinco teléfonos celulares de diferentes marcas, 11 memorias de radio, un equipo de sonido, dos televisores, dos play station, una caja de parlantes de vehículo y diez radios de vehículos.

El propietario del local no pudo justificar la procedencia de los objetos, por lo que se decomisó y trasladó todos los artículos hasta las bodegas de la Policía Judicial, donde fueron ingresados a través de la respectiva cadena de custodia.

Uno de los agentes especializados de esta dirección aseguró que continuarán generando acciones en contra de la venta de objetos de dudosa procedencia o artículos robados, con el fin de romper la cadena del delito.

Invitó a la ciudadanía a no comprar ningún artefacto que no cuente con la documentación respectiva y así dejar de alentar el robo de todo tipo de artefactos.

“Si compramos artículos robados estamos instigando y dándoles más mercado a los delincuentes que lo único que buscan es lucrar de las actividades ilícitas y causarnos afectación en nuestras economías”, aseguró el agente investigador. Redacción Azuay.