“Gracias a Dios y la Policía Nacional nos salvamos y volvimos a nacer”

Manta. A Jorge Guamán, de 77 años de edad, le fascina el fútbol, le gusta como juega Liga de Quito y Emelec. Él, junto a su esposa, fue de las primeras personas en ser rescatada con vida, luego del terremoto del 16 de abril. Cada vez que recuerdan como los sacaron debajo de los escombros, sus voces se quebrantan y empiezan a llorar.
Estaban solos, en una casa arrendada, de dos pisos de construcción mixta, ubicada en la avenida 113 y calle 104 de Manta. Habitaban el primer piso alto, en la parte baja estaba el negocio de don Jorge, un taller de zapatería. Llevaban 21 años arrendando aquel lugar, cuando la noche de aquel sábado, el sismo los sorprendió en la sala. Doña María García corrió a apagar las hornillas de la cocina, cuando el techo y las paredes cayeron sobre su cuerpo, lastimando parte de su oreja, cabeza y provocando una rotura de la arteria radial en su mano derecha.
Rescate
En lo primero que pensó fue en su esposo. Le gritaba para saber si estaba vivo; sin embargo, no obtenía respuesta. Creía que había muerto y por aquella razón lo puso en las manos de Dios. “La casa se derrumbó como un castillo de naipe, parecía el fin del mundo. Cuando yo miré todo, lo único que veía era el cielo. Mi hija, con el esposo llegaron, oyeron mis gritos donde clamaba a Dios y me dijeron que mi esposo estaba vivo, pero enterrado entre escombros”, relató la mujer.
Don Guamán estaba en la sala aplastado por planchas de eternit y el tumbado de caña con cemento. Su pierna izquierda la tenía completamente dormida y aquella sensación de no sentir su extremidad le iba subiendo hacia su abdomen. Él asegura que si permanecía una hora más en ese estado, moriría, porque solo podía respirar. Con la pierna derecha golpeaba la madera para que alguien lo escuche. Pensaba en su esposa y le gritaba “Maruja, Maruja”, pero no la oía, lloraba porque tal vez su mujer había fallecido.
Video:
Los familiares estaban desesperados por conseguir ayuda para sacarlos. En esa noche, un equipo del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional llegó al sitio, y actuó. Los comandos se subieron por la parte frontal y exterior del predio. Primero sacaron a la señora de 64 años de edad, quien fue trasladada de inmediato a una casa de salud.
El rescate del zapatero fue más complejo. Los integrantes del GIR subieron por una escalera improvisada, ingresaron por una ventana que tenía los vidrios rotos. Con un serrucho tuvieron que cortar unas cañas y hacer un hueco, espacio por donde retiraron al adulto mayor, oriundo de la provincia de Chimborazo.
Volver a nacer
El ciudadano fue llevado a la misma casa de salud donde se encontraba su esposa. “Cuando vi a mi esposo con vida me sentí feliz. Hemos vuelto a nacer. Esta es una nueva oportunidad para seguir adelante en los caminos de Dios y servirle más”, acotó la señora García.
Actualmente, los adultos mayores habitan en la casa de sus hijas en la ciudad de Manta, están en un proceso de recuperación por las heridas causadas por el desastre natural.
Cuando a don Guamán se le preguntó si pensó que iba a morir junto a su esposa, se puso a llorar inconteniblemente. Entre lágrimas dijo que fue horrible sentirse atorado sin poder hacer nada. “Gracias a Dios y a la Policía Nacional nos salvamos”, agregó. Redacción L. R. /Manabí.
Fotografías: