Estos 116 jóvenes, futuros guardianes de la paz, superaron todas las pruebas tanto académicas, como psicológicas, médicas, físicas y de confianza, y seguirán luchando para ser miembros de esta honorable institución, garantes de los derechos ciudadanos. Por ello, su objetivo es crear en ellos una cultura de seguridad en beneficio de los ecuatorianos. Al culminar los 18 meses obtendrán el título en Tecnología en Ciencias Policiales, Seguridad Ciudadana y Orden Público; modalidad presencial, con una metodología Dual (teórico-práctica).

El capitán Juan Manuel Sosa Chiriboga, director de la Escuela del Formación de Policías de Línea Eugenio Espejo, se comprometió a poner todo su esfuerzo y el de los instructores para que los aspirantes reciban la formación adecuada con respeto a los Derechos Humanos, y cada uno salga a brindar lo mejor a la ciudadanía. Además, explicó que la función del caballero de la paz es ser un mediador y solucionador de conflictos dentro de la comunidad; un ciudadano con sentido común que dentro de los barrios, por medio de las UPC, consolida la unión para enfrentar la inseguridad, la violencia y la delincuencia en el país.

Bryan Toapanta, aspirante, comenta que los valores que ha recibido desde su hogar es lo que ahora le impulsa a servir a la sociedad y velar por la seguridad de los ecuatorianos.

De igual forma, agradeció a los familiares por confiar en la Policía Nacional, «su apoyo es fundamental y esperamos que estos 116 aspirantes culminen la etapa de formación y se gradúen de servidores policiales”. Redacción D. P. /Quito.