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Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses ofrece servicio de peritaje sicológico

Guayaquil.- Una sentencia puede ser fijada con base en los resultados de un peritaje psicológico. Este examen o valoración realizada a la víctima y al victimario, por un especialista, se realiza en el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de la Policía Nacional de Guayaquil, luego de ser solicitada por jueces o fiscales. El objetivo es que sirva como prueba determinante en un proceso penal.

Hasta el momento se han registrado más de 300 peritajes psicológicos. “En las víctimas, este examen permite conocer el daño sicológico que le ocasionó algún hecho traumático, mientras que en el ejecutado al victimario se busca conocer si el individuo sufre de alguna sicopatía, o perversión sexual. Esto permite establecer perfiles de su nivel de peligrosidad”, afirmó el sicólogo clínico forense Segundo Romero.

Los resultados permitirán además conocer el estado actual en que se encuentra la víctima, y en el caso del victimario, saber si al momento del delito actuó con conciencia, con voluntad, o bajo efectos de alguna droga. Además, determina la credibilidad de testimonio de la víctimas y victimarios, aseguró Romero.

Código Orgánico Integral Penal

La violencia psicológica está contemplada en el Código Orgánico Integral Penal, determinando penalidades si el daño es leve, moderado o grave. El victimario será sancionado con privación de libertad de 30 a 60 días, si causó un daño leve; prisión de seis meses a un año, en caso de daño moderado y privación de libertad de uno a tres años, por daño severo. Hay muchas sentencias que se basan en el examen psicológico.

En el Laboratorio de Criminalística se trabaja también en temas relacionados con violencia intrafamiliar, abuso sexual, autopsias psicológicas en casos de muertes dudosas y perfiles de criminalidad en casos de personas que han asesinado.

A criterio del especialista, una persona que por primera vez agrede, si no es tratada, puede agravar su condición de violencia, por lo que manifestó que sería recomendable no solo las víctimas reciban terapia, sino también al victimario, con el propósito de evitar que se incremente el nivel de riesgo.

“Al victimario se le da una sentencia, que puede ser de días o años. Durante ese tiempo que está recluido, por lo general acumula sentimientos negativos, y no recibe una terapia que le permita experimentar un cambio en su conducta, se debería dar una atención especializada y un seguimiento encaminado a su recuperación”. Comentó el especialista. Redacción B.CH. /Guayas.

El sicólogo Segundo Romero, perito del Departamento de Criminalística y Ciencias Forenses de la zona 8


 

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