Guayaquil. Carmela Cheves Mesa, de 18 años de edad, empezó la labor de parto cuando se encontraba en su domicilio ubicado en cooperativa Lucha Popular, Guasmo Central del sur de Guayaquil. Al percatarse de la urgencia médica, su hermana solicitó ayuda a un grupo de agentes de la Policía Nacional que realizaban un operativo de control cerca del lugar, para que lleven a la mujer hasta una maternidad.

Sin embargo, cuando los ocho uniformados ingresaron a la vivienda se percataron de que el bebé estaba por nacer, por lo que la policía Ángela Ramírez intervino como partera, con la instrucción, vía telefónica, de una doctora del Ministerio de Salud Pública, a través del Ecu-911. Luego de tranquilizar a la mujer, que tenía contracciones fuertes, la criatura salió y recibió los primeros auxilios. 

“Todo me tomó de sorpresa, aunque me sentía muy nerviosa, utilicé los aprendizajes recibidos en mi formación como policía y mi experiencia como madre. Me sentí muy feliz al escuchar llorar al recién nacido, al que lo limpié y puse en el pecho de su madre”, dijo Ramírez. 

Al mando del teniente Fredy Tonato, los policías trasladaron a la paciente y al recién nacido hasta el Hospital Materno Infantil del Guasmo, donde recibió atención médica, determinando que el estado de salud de ambos es óptimo. Redacción M.M. /Guayas.

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