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Policía recapturó a presuntos implicados en muerte de uniformado en Riobamba

Este martes, la Policía Nacional logró la captura de Kevin Alexander M. F, de 17 años de edad y presunto implicado en la muerte del policía Jorge Rooelmer Guamán Erazo, ocurrida el sábado pasado durante la violenta fuga de 13 menores de edad que permanecían aislados en el Centro de Adolescentes Infractores (CAI), de Riobamba.

La detención del implicado se dio junto a otros tres fugados del CAI. Ocurrió luego de que la Policía Nacional activara un sistema nacional de búsqueda y rastreo, que a la postre sirvió para movilizar recursos y personal tras la pista de los adolescentes fugitivos, según informaron la tarde del lunes, el Subsecretario de Seguridad del Ministerio del Interior, Fabián Racines, y el Comandante General de Policía, general Rodrigo Suárez.
Las investigaciones iniciadas el mismo día de la fuga determinaron que, tras huir del centro, el grupo de adolescentes se dirigió hasta la ciudad de Quito, en donde realizaron varios asaltos para poder continuar su huida. El domingo arriban a Santo Domingo, avanzando hasta el sector de El Carmen, en busca de algunos familiares de los fugitivos. Al no hallarlos, obligaron a unos vecinos a trasladarlos nuevamente hacia Santo Domingo.

Ruta de muerte
La Policía presume que al ser identificados en su huida desde Santo Domingo, los adolescentes proceden a asesinar a los ciudadanos Janeth Magdalena Loor Pico y Édison Hernán Bedoya Estévez. Los restos de estos fueron hallados a un costado de la vía Santo Domingo-El Carmen.

El grupo se trasladó hacia Quevedo ahí, hieren a un ciudadano para apropiarse de su vehículo marca Chevrolet, color gris, placas POP-317. Personal del Escuadrón de Carreteras asentado en Ventanas, provincia de Los Ríos, y de la UPC La Ercilia, en el mismo sector, tienen conocimiento del hecho, por lo que se inicia una intensa persecución de los adolescentes.

La acción de la Policía de Los Ríos se apoyó en labores de inteligencia realizadas a nivel nacional, organizadas en el modelo de gestión policial que facilita la coordinación de sus recursos y personal.

Incendian el vehículo para desaparecer evidencias
Mientras tanto, el grupo de adolescentes continuó hasta Quevedo, en donde, tras asaltar a un taxista, lo obligan a trasladarlos hacia a Guayaquil.

El martes por la mañana, a la altura del sector del sector de San Carlos, cuando el vehículo reduce la velocidad para pasar un rompevelocidades, el conductor logra abandonar el vehículo y dar aviso a la Policía. Para evitar ser capturados, uno de los fugitivos toma el control del vehículo y se estrella metros más adelante, incendiándose. Según la Policía, los individuos intentaron con esto desaparecer las evidencias. Sin embargo, tras ser detenidos por el dispositivo policial, los individuos son revisados, encontrándose en poder de Kevin Alexander M. F. el arma robada al cabo de Policía que intentó impedir su fuga del CAI de Riobamba. La Policía sospecha que esta misma arma sería con la que asesinaron al policía Guamán Erazo.

Además del arma mencionada, en poder de los sujetos se hallaron también un par de esposas, un alimentador y 14 proyectiles calibres 9 mm, cuya serie coincide con los las vainilla percutidas encontradas en la escena del crimen de las dos personas halladas a las afueras de Santo Domingo.

Estas actividades fueron relatadas por uno de los detenidos, y cuyo testimonio fue presentado en la audiencia de formulación de cargos por los delitos de asociación ilícita, porte ilegal de armas y objeto robado. El juez de turno dispuso la prisión preventiva de los involucrados, realizada en la población de Ventanas.

Los mismos adolescentes fueron trasladados luego hasta la ciudad de Santo Domingo, en donde, a las 18h00, fueron presentados a una segunda audiencia de formulación de cargos por la muerte de las dos personas citadas anteriormente.

Hasta el momento se ha logrado la captura de ocho de los trece adolescentes fugados del CAI de Riobamba.

Infractores deben asumir responsabilidades
El Ministerio del Interior y la Policía Nacional reiteraron su compromiso institucional de no permitir que hechos delictivos como estos queden en la impunidad, independientemente de que los mismos hayan sido cometidos por menores de edad. Pese a que la ley contempla la inimputabilidad de estos, existen consideraciones legales que reconocen la posibilidad de aplicar sanciones punitivas que impliquen castigo al dolor y muerte que pudieran haber provocado.

Al respecto, el Subsecretario de Seguridad del Ministerio del Interior insistió en la necesidad de motivar a instancias administrativas a reconsiderar los límites de la responsabilidad que deben asumir los adolescentes que cometan crímenes como estos. Se refirió al derecho constitucional al sufragio -con toda la responsabilidad que esto implica- que gozan los menores de edad, pero que contradictoriamente, la misma ley los exime de ser responsabilizados penalmente por crímenes como por los que son señalados el grupo de adolescentes detenidos.


Adolescentes detenidos tienen dos sentencias por violación y asesinato
Tras ser detenidos en las cercanías de Ventanas, provincia de Los Ríos, los cuatro adolescentes fueron identificados como Henry Norberto Q, de 17 años de edad; Edwin Marcelo O, de 16 años, quien tenía una orden de internamiento preventivo por robo; Héctor Mesías A. de 16 años, con una sentencia de 3 años por violación; y, Kevin Alexander M, de 17 años, sentenciado a 4 años por el delito de asesinato. En poder de este último se halló la pistola Glock, perteneciente a uno de los policías que intentaron impedir su huida del CAI en Riobamba.

Según las investigaciones hechas por la Policía Nacional, el gendarme fue asesinado cuando realizaba un procedimiento de revisión a un bus de la cooperativa Ñucallacta, en el sector de Calpi, la noche misma de la fuga. A bordo del bus viajaban cinco de los adolescentes fugados, quienes no portaban documentos de identificación. Los policías solicitan que el grupo baje de la unidad para una revisión, en momentos que uno de los jóvenes procede a realizar cuatro disparos a quemaropa, impactando dos de ellos en la frente y mentón del uniformado Guamán Erazo, provocándoles la muerte. Tras esto, los sospechosos huyeron del lugar, a través de unos matorrales.



 

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