Aeropolicial apoya con terapias de vuelo a niños con discapacidad, en Azuay
Cuenca. Algo nerviosa permanecía Ana Puga, con su hija en brazos, a la espera de que su turno de volar por primera vez a un helicóptero llegue. En el cuarto embarque, abordó al Aeropolicial del Azuay y sonrió junto a su niña de 7 años, sin duda una experiencia diferente y única para ambas.
La misma sensación vivieron esta mañana 15 niños del Instituto de Parálisis Cerebral del Azuay (IPCA), quienes estimularon su cuerpo y mente, al tener varias sensaciones en el aire. Con sus miradas profundas y aplausos comunicaron su felicidad y la diversión que sentían al volar sobre su ciudad.
“Nunca imaginé subir a un helicóptero y gracias a la terapia que recibe mi hija en el instituto, aproveché para vivir junto a ella algo inolvidable”, comentó Puga, al culminar los vuelos en el aeropuerto Mariscal Lamar.
El mayor de Policía Juan Carlos Aguirre, jefe del Aeropolicial en el Azuay, señaló que el servicio de la Policía comprende el apoyar a la sociedad con vigilancia, patrullaje aéreo y que los niños conozcan y disfruten de la experiencia de volar. “Con el apoyo del Ministerio del Interior, al otorgarnos tecnología, podemos ayudar a las escuelas, instituciones o fundaciones a que los niños con o sin discapacidad, vuelen por primera vez en un helicóptero”, indicó Aguirre.
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El oficial reiteró la colaboración de su unidad con los niños, con el fin de compartir nuevas experiencias y emociones, que les beneficia en sus terapias. Los terapistas agradecieron la labor de la Policía y solicitaron que la oportunidad se repita.
Juan Medina, terapeuta de lenguaje del IPCA, explicó que la visita al Aeropolicial es parte de las terapias y que son de gran ayuda para que los niños conozcan sobre las actividades de la Policía. “Agradecemos por la facilidad que nos da la Policía, para estar en sus espacios y ver el lado humano con los niños. Sin el apoyo de la Policía no podemos dar esta experiencia”, agregó. Redacción O. E. /Azuay.
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