Aspirantes a policías se forman para servir a la comunidad

Guayaquil. Sueña con ser Criminalista, por eso decidió ingresar a las filas de la Policía Nacional. Irvin Tuarez Zambrano, de 19 años de edad y oriundo de la provincia de Santa Elena, estudia en la Escuela de Formación de Guayaquil, ubicada en la avenida José Rodríguez Bonín y Barcelona, al suroeste de la ciudad. Junto con 74 compañeros, cumple una extensa y estricta jornada diaria, para lograr su propósito de servir a la sociedad y tener una fuente de ingresos para su hogar.
Su día empieza a las 05h00, luego del aseo personal debe formar en el patio principal donde reciben las primeras instrucciones. Por grupos son designados a diferentes tareas de limpieza, deben aprender que ser organizados y pulcros, debido a que su imagen es también la de la Institución.
El desayuno es la comida más importante porque les sirve para activar su organismo y absorber “como esponjas” las materias que reciben de sus siete profesores. Las horas pasan entre asesoría pedagógica, doctrina policial, ética profesional, inglés, redacción de partes, investigación y Derechos Humanos.
Ejercicio físico e intelectual
Un poco de ejercicio nunca les viene mal, trote y artes marciales son las actividades que más disfrutan los estudiantes, antes de dormir, que es alrededor de las 22h00. “Ojean sus libros” para repasar lo aprendido. Tuarez, quien ostenta la primera antigüedad, sabe que si desea mantener esta designación debe demostrar que es el mejor en desempeño físico e intelectual.
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“Ser parte de este proceso ha sido un cambio en mi vida, la experiencia es enriquecedora. Antes de ingresar creía que la formación sería tan solo ejercicio y algo de charlas, pero no es así, la capacitación es integral, los profesores vigorizan nuestro cuerpo y nuestra mente, nos hacen analizar procedimientos reales, haciéndonos debatir según las circunstancias, el actuar más prudente”.
De acuerdo a la planificación, el nuevo sistema permite a los aspirantes graduarse de Técnicos en Seguridad Ciudadana y Orden Público, que cuenta con el aval de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). “Es un título de tercer nivel que les servirá no solo dentro de la Institución sino fuera de ella, cuando deseen retirarse”, explicó el mayor Santiago De Mora, director de la Escuela de Formación.
De Mora agregó que la tecnología siempre acompaña a los alumnos. “Tenemos un moderno centro de cómputo que cuenta con una plataforma informática que le permite al alumno tener acceso a una biblioteca policial con solo digitar su número de cédula y clave”.
Prácticas laborales
El proceso tiene la modalidad dual, es decir que el aspirante se prepara teóricamente y hace prácticas laborales. “Los estudiantes son trasladados a cada una de las diferentes unidades de Policía Comunitaria para que observen el trabajo de sus futuros compañeros. Además, dan apoyo en manifestaciones, conciertos, partidos de fútbol para que socialicen con las actividades que realizarán en las calles a futuro”.
Con el apoyo incondicional de sus familiares, compañeros y maestros, este grupo de adolescentes, tras un año y seis meses de perseverancia, vestirán el uniforme de la Policía Nacional, que les abrirá las puertas a nuevas oportunidades, retos y responsabilidades, donde su principal objetivo será fortalecer la Seguridad Ciudadana. Redacción MM/Guayas.
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