Brigadistas de seguridad recordaron su día con una marcha

Cuenca. Con un desfile cívico, en el que más de 200 personas participaron, se conmemoró por primera ocasión el Día de los Brigadistas de Seguridad del Azuay. La marcha inició este sábado a las 10h00, desde el parque San Blas, recorriendo la calle Simón Bolívar hasta llegar al parque San Sebastián.
El teniente Juan Jaramillo, jefe de la Policía Comunitaria del Azuay, indicó que la participación de cada uno de los 1.400 brigadistas que existen en la provincia, es indispensable y valiente. «La seguridad que brindan es de prevención, vigilancia del barrio, son los ojos de la Policía Nacional. Muchos sacrifican algo para salir al patrullaje nocturno y todo por dar seguridad a sus vecinos», mencionó.
Con música de la banda de la Policía Nacional del Azuay comenzó el desfile, que contagió a las personas a bailar mientras corearon frases de seguridad. Autoridades policiales lideraron la marcha cuyo color se tornó azul con plomo, color de la bandera de los brigadistas.
Abel Buestán, presidente de las Brigadas de Seguridad del Azuay, comentó que el desfile es parte de la motivación que les brindan a sus brigadistas. “El trabajo es activo y constante, y que mejor si lo celebramos y reconocemos nuestro esfuerzo mediante una marcha para que toda la ciudadanía conozca lo que hacemos para dar seguridad en los barrios”, indicó.
“Todos estamos orgullosos de lo que hacemos desde 1988, que fue la creación de las brigadas en la provincia. Ahora con el apoyo del Ministerio del Interior y la capacitación de la Policía Nacional, estamos seguros que continuaremos nuestro trabajo por mucho más tiempo”, agregó Buestán.
Sacrificios que valen la pena
Jaime Peláez, brigadista de Chordeleg, ingresó en el 2009 y aseguró que continuará hasta cuando su edad no lo permita. Lo agradable para él, es recordar sus experiencias con sus compañeros, durante los patrullajes nocturnos.
“Es agradable compartir cosas positivas y negativas también. Siempre cuando salimos a vigilar la zona, conversamos sobre lo que nos ha pasado. Gente que no apoyaba, jóvenes que no respetaban y los fríos de las noches. Ahora es agradable recordar porque hay el apoyo y respeto de todos”, señaló Peláez.
Para Rosario Chimbo, moradora de la parroquia de Sidcay, hay riesgos que corren los brigadistas, pero el interés de mantener su sector seguro, los motiva a ser parte de la Policía.
“Los patrullajes continuos dan buenos resultados, porque los borrachos del barrio ya no dan problemas y la gente se cuida y cuida sus cosas. Claro que si da miedo cuando se escucha de delincuentes, pero nosotros no reprimimos ni nos enfrentamos, porque la Policía nos capacita para eso”, acotó.
Fotografías: