Cuenca.- Las protestas registradas la noche del jueves, en la capital azuaya, culminaron en violencia generada por un determinado sector de manifestantes, quienes en su intento de ingresar al Parque Calderón, arremetieron en contra de los elementos de la Unidad de Equitación y Remonta (UER) de la Policía Nacional, agrediendo a los caballos con vallas metálicas, palos, piedras y otros objetos.

Uno de estos equinos es Sirena, una yegua blanca que, debido a la cantidad de basura y objetos que se encontraban en el piso, resbaló y cayó sobre la calzada, por lo que se requirió varios minutos para que se reincorpore.

Este noble animal protegió a su jinete de los constantes ataques y agresiones de los manifestantes. El trabajo de los miembros de la UER representó un gran esfuerzo físico, que la mañana de este viernes fue recompensado con un tratamiento especial.

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Recuperación

El capitán Juan Carlos Suárez, director de la UER en Azuay, indicó que todos los equinos que colaboraron en las protestas del jueves en la noche, se encuentran en buen estado. Algunos presentan golpes, pero nada de consideración, por lo que en este día recibieron el tratamiento de costumbre, luego de un trabajo de este tipo.

“Debemos tener en cuenta que los caballos son animales muy fuertes y los nuestros están adiestrados para este tipo de trabajo. Su condición física les permite permanecer por muchas horas en el trabajo, a más de ello, su adiestramiento impide que adopten una actitud agresiva cuando reciben golpes o provocaciones”, indicó Suárez.

En el caso concreto de Sirena, Suárez señaló que la yegua recibió varios golpes de los objetos que lanzaban los manifestantes pero su caída ocurrió debido a que perdió estabilidad al pisar los objetos que se encontraban tendidos en el piso. “Como todo ser vivo, luego de caer al piso y golpearse, se debe tomar unos minutos para incorporarse, más aún si se carga equipo de protección pesado”, acotó.

El oficial reiteró que todos los caballos están en buen estado y que durante esta mañana se cumplió con un tratamiento de rigor. Fueron hidratados y recibieron medicamentos y cremas en los lugares donde recibieron los golpes, esto con el objetivo de que su recuperación sea rápida y adecuada. Redacción M. N. /Azuay.

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