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Cadáver de ciudadano desaparecido fue hallado en Facultad de Medicina

Quito. Tras casi un año y medio de incertidumbre, una familia de la provincia de Tungurahua vuelve a tener paz, pese a su profunda tristeza. Segundo Feliciano C. C. fue reportado como desaparecido el 8 de noviembre de 2013. Desde aquel día, sus padres y hermanos no dejaron de buscarlo.

Producto de la investigación de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), hace un mes su cuerpo fue ubicado en la Facultad de Medicina de la Universidad Central. Ayer finalmente, tras el cumplimiento de las pericias correspondientes para verificar su identidad, los restos fueron entregados a sus seres queridos.

Según consta en el reporte de Medicina Legal, el hombre sufrió un accidente de tránsito en el cantón Mejía. La causa de muerte fue hemorragia cerebral, provocada por trauma cráneo encefálico. Al no existir quien reclamara el cadáver, este fue donado a la academia, con fines investigativos.

La denuncia por desaparición fue realizada el 12 de diciembre de 2013, en la Fiscalía de Tungurahua. En el reporte consta que Segundo C., alrededor de las 09h00 del 8 de noviembre de 2013, abandonó su domicilio ubicado al sur de la ciudad de Ambato. Aparentemente, se dirigía a Quito por motivos laborales.

La investigación del caso fue delegada a la Dinased el 5 de marzo del año pasado. Desde entonces, todos los protocolos y procedimientos de búsqueda se ejecutaron para tratar de localizarlo. Se identificó al ciudadano mediante un registro fotográfico del Departamento de Medicina Legal en Quito, a finales de abril de este año.

Los familiares del occiso confirmaron que la imagen correspondería al joven desaparecido, por lo que inmediatamente se realizó el examen de cotejamiento genético. El resultado fue positivo, la probabilidad de que los restos hallados correspondan a Segundo C., fue del 99.99 %.

Confirmada la identidad de los restos humanos, se realizó el trámite correspondiente para entregárselos a su familia. La diligencia se llevó a efecto ayer. Los hermanos del occiso agradecieron el trabajo realizado por los investigadores y pese al dolor de haber hallado a Segundo sin vida, afirmaron sentir paz porque la incertidumbre respecto a su paradero, terminó. Redacción L. G. /Quito.


 

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