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Campañas de prevención y controles para evitar consumo de licor

Cuenca.- El consumo de alcohol y las consecuencias que esta acarrea, es de interés de las autoridades policiales y civiles relacionadas con la seguridad, por lo que continúan con un trabajo coordinado en operativos y campañas en toda la provincia, así como a la espera de la aprobación del proyecto de ordenanza que controla el expendio y consumo de licor en espacios públicos.

La venta de licor en horarios no permitidos, en tiendas y fiestas sin permisos, y la presencia de libadores en las calles son los elementos con los que la Policía Nacional, Intendencia y Gobernación del Azuay combaten a diario para evitar la violencia. Los operativos constantes, en especial los fines de semana, generan buenos resultados según el intendente de Policía del Azuay, Edison Moscoso.

“Los controles de permisos de bares, la recuperación de menores de edad en fiestas clandestinas y el retiro de personas en estado etílico de la calles, logran la reflexión de la ciudadanía para reducir el riesgo que genera consumir licor sin medida”, indicó Moscoso.

Prevención

Por su parte el coronel Marcelo Tobar, jefe de la subzona Azuay, comentó que la Policía Nacional está presta a colaborar con este tipo de controles ya que son conscientes de los riesgos y las consecuencias que genera el consumo de alcohol, especialmente en lo relacionado con la violencia.

“Como Policía desarrollamos permanentemente campañas de prevención contra el consumo de droga, llegamos a establecimientos educativos, barrios e inclusos, en coordinación con la Intendencia, a los bares y locales de diversión, a cuyos administradores se les recuerda lo que estipula la ley en lo referente a los horarios de venta de licor”, indicó.

Tobar indicó que el proyecto de ordenanza permitirá efectuar un control más estricto y sobre todo evitar que las personas consuman licor en espacios que están destinados al esparcimiento o recreación, lo que ayudará a disminuir las riñas y actos de violencia producto de su consumo inadecuado.

Controles

Durante este mes, los controles efectuados en Cuenca, Gualaceo, Girón y Santa Isabel, dejaron la clausura de más de una docena locales, entre tiendas y licoreras, por no tener los permisos actualizados. Además, las Comisarías de cada cantón decomisaron 30 litros de licor sin registro de salud.

En Cuenca, los sectores de mayor movimiento de venta de alcohol son Quinta Chica, Totoracocha, Feria Libre, Centro Histórico, y las avenidas Remigio Crespo y Doce de Abril. Con respecto a detenidos por escándalo público, sobrepasa el número de 40 personas.
Los controles son permanentes, pero lo que se busca es que la ciudadanía adopte una cultura de seguridad y que comprenda que el consumo desmedido de alcohol genera violencia, por ello deben entender que las calles o parques no son cantinas al aire libre, señaló Moscoso.

Muertes violentas

Paúl Aguilar, jefe de la Dinased en el Azuay, explicó que el consumo de licor también está vinculado con el tema de las muertes violentas, ya que existe una categoría denominada muertes prevenibles, en la que se encasillan los decesos a causa de riñas callejeras, violencia, agresiones, en las que el factor común es la presencia de licor.

“Uno de los problemas más fuertes es el alcohol. El consumo excesivo y la pérdida de control es lo que genera la violencia. El licor está presente en las muertes con violencia, por lo que es un problema social, que como autoridades debemos enfocarnos para reducir la violencia”, comentó Aguilar.

Para Fabiola Ochoa, directora de Seguridad y Convivencia de la Gobernación del Azuay, es lamentable que la mayoría de las muertes violentas se originen a causa del consumo de alcohol. “Es un problema al no tener una convivencia pacífica, lo que genera la violencia intrafamiliar y en combinación con el licor se produce la muerte”, indicó.

A más de un llamado a la ciudadanía a recapacitar sobre la problemática social, también pide la intervención inmediata de las autoridades de la ciudad, para poner en vigencia una ordenanza que controle el consumo de licor en los espacios públicos.

“Actualmente trabajamos coordinadamente con la participación de la Policía, autoridades y la ciudadana en campañas en las instituciones educativas, barrios y parejas, concienciando sobre el riesgo que representa el consumo de licor”, indicó Ochoa.

Cifras

De acuerdo a los reportes del ECU-911, el 57% de las 911.831 emergencias que atendieron en el 2013, pedían ayuda para controlar libadores en espacios públicos, mientras que el 19% corresponde a atenciones médicas producto de riñas callejeras.

Estas cifras, según Ochoa, constituyen un problema social evidente, ya que en ellas pasan prácticamente desapercibidas las estadísticas de violencia familiar que genera el licor, y los accidentes de tránsito. Este proyecto de ordenanza busca controlar el expendio y consumo de alcohol para que no genere violencia.

El proyecto de ordenanza establece dos sanciones: Una es para quienes consuman licor en la vía pública, quienes deberán pagar el 50% del Salario Básico Unificado (170 dólares), y la otra es para los que vendan alcohol en áreas públicas. Serán castigados con una multa de 340 dólares. En caso de reincidencia la sanción se duplicará.

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