El dispositivo de seguridad lo conformaron 3 jefes, 25 oficiales subalternos y 550 policías de las provincias de Cotopaxi, Orellana, aspirantes de la Escuela de Formación de Tambillo, Unidad de Equitación y Remonta (UER), que mantuvieron el orden público durante las cinco horas de desarrollo del desfile.

Los operativos de control los inició la Policía a partir de las 10h00 del último viernes y las primeras horas del sábado 19, a fin de constatar que no se expenda y peor se consuma bebidas alcohólicas durante el desfile.

El jefe del comando de Policía del cantón Mejía, mayor Telmo Betancourth, se mostró satisfecho por la colaboración ciudadana y autoridades locales que contribuyeron al compromiso de evitar el consumo de alcohol que ensombrecen y deriva en actos indeseables.

“Cero novedades y un final feliz”, es nuestro principal objetivo al concluir estas tradicionales fiestas, subrayó el oficial, tras mencionar que los operativos de control concluirán el lunes próximo, cuando se cumpla la agenda de festejo programada que incluyen toros populares, actividades culturales y artísticas.

Durante el recorrido, uniformados y personal civil se desplazaron para vigilar las intersecciones, parqueaderos, calles paralelas y aledañas y ciudadelas.

Para la estudiante de la Escuela de Policía, Mireya Soledad de 19 años de edad, ubicada en la calle Pablo Guarderas, la experiencia de velar por el bienestar de los conciudadanos le conforta y reafirma su vocación de servicio a la comunidad. “Me siento motivada y pienso que colaborar con un granito de arena, contribuimos a dar paz y seguridad a todos los ecuatorianos, y en este caso a los machacheños», expresa dibujando una amplia sonrisa.

María Inés Lascano, ataviada con un gran sobrero típico del ”chagra” y oriunda de Machachi, ve con buenos ojos la presencia de la Policía desde hace varios días en la ciudad. “Esto es positivo para quienes habitamos aquí y también para quienes nos visitan porque sabemos que la Policía nos protege de todo mal. Estamos contentos y ahora mucho más cuando celebramos con fervor cívico a nuestra tierra, que nos vio nacer y crecer”, comenta con gran alegría.

La tradición a flor de piel

Machachi, con sus chagras de alma, vida y corazón lucieron sus vestimentas típicas y con orgullo sobre sus caballos con sus finos adornos, mueven la fe al representar a la ganadería, su principal fuente de trabajo.

Comparsas, bandas de pueblos, equinos y jinetes engalanaron la caminata de estos vaqueros andinos por la ciudad de Machachi. / Redacción