Con trabajo policial se intensifica la seguridad en “El Rodeo”

En el Centro de Privación de Libertad de Personas Adultas (CPLPA) “El Rodeo”se ha duplicado la seguridad con el apoyo de la Policía Nacional.
Patrulleros, personal uniformado, Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y el helicóptero policial están diariamente brindando seguridad en la parte interna y externa de la institución.
El mayor, Diego Tabango, Jefe de Control de “El Rodeo”, mencionó que de forma estratégica se está realizando operativos en el lugar.
Tabango explicó que al ingreso del Centro de Privación de Libertad hay un grupo de policías inspeccionando a los visitantes en el caso de que se pretenda llevar celulares, armas o algún elemento que esté prohibido. Los días de visitas son los miércoles en horarios de 09h00 a 12h00, de 13h00 a 15h00 y fines de semana. Para poder ingresar deben presentar la cédula de identidad, permitir “sellar” su brazo para ser identificado como visitante.
“Nuestra misión es ser el soporte de seguridad para los guías y personal que se encuentra en el lugar”, afirmó el jefe de control.
Cada vez que puede, Juan Heredia llega de Guayaquil a visitar a su hermano, quien lleva allí siete meses. Afirma que a pesar de que «cárcel es cárcel», el trabajo de seguridad es bueno», dijo.
El centro acoge a 790 Personas Adultas en Conflicto con la Ley (PACL), ubicadas en dos pabellones. Uno para mínima (dos plantas) y otro para mediana seguridad (tres plantas), con celdas para dos y tres individuos respectivamente.
El coronel, Edison Gallardo, Comandante de Policía de Manabí, señaló que día a día se efectúan patrullajes, que han sido intensificados para brindar la seguridad necesaria. «Realizamos un trabajo en conjunto con el personal administrativo y los guías. Los policías del área de Operaciones Especiales, recorren los alrededores», indicó.
“El Rodeo” tiene 15 años de funciones en Manabí. Carlos Loor dirige el trabajo de 39 administrativos, un grupo de Agentes de Tratamiento Penitenciario (ATP) encargados de monitorear las actividades internas y un supervisor de monitoreo diario, del Grupo Especial Antimotines (GEA) Alfa.
El director del centro manifestó que los objetivos son, mantener la seguridad en el lugar y hacer de las personas privadas de la libertad, un grupo de microempresarios que aporten a la sociedad como entes económicamente activos. Este modelo de trabajo lo aprendió en Suiza y otros países donde realizó estudios relacionados.
Los departamentos en funcionamiento son: Dirección, Secretaría, Talento Humano, Transporte, Jefatura de Guías, Financiero, Archivo, Dactiloscopia, Médico, Unidad Psiquiátrica, Farmacia, Jurídico, Trabajo Social, Tratamiento Subproceso Laboral, Tratamiento Subproceso Educativo de Recreación y Cultura y, Bienes.
Educación
En este establecimiento funciona una escuela y un colegio los días de semana de 09h00 a 13h00, a excepción del miércoles, asignado a visitas.
Además, se encuentran cinco internos universitarios. Dos estudian Jurisprudencia, uno en Psicología Clínica, uno en Turismo y otro en Trabajo Social.
Estos internos estudian en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) a distancia, reciben el 25% de descuento mediante convenio y tienen supervisión del área educativa para realizar tareas en la sala de cómputo, implementada por el centro.
Labores
En “El Rodeo” trabajan elaborando muebles, alcancías, ropa, toallas entre otros productos para la venta. En los próximos días se donarán 40 bastones para adultos mayores en fundaciones y 50 alcancías para los niños con cáncer asistidos por Solca Portoviejo. Como proyecto futuro se tiene planificado adecuar un área de exhibición y venta al público.
Víctor es uno de las personas privadas de libertad, quien se dedica a realizar artesanías. Lleva 24 meses detenido y está cumpliendo una sentencia de 6 años por plagio. A sus 36 años de edad, tiene 4 hijos y es técnico mecánico. El hecho de estar en este centro de reclusión, no le ha impedido autoeducarse. «Algo que brinda este centro es la oportunidad de estudio. Yo ahora sigo jurisprudencia y voy en tercer nivel. Acá tenemos computadoras y una biblioteca para estudiar», indicó.
El interno cuenta que estar en una cárcel solo es tener el cuerpo privado de libertades «porque la mente y el corazón siguen libres». Y es por esto que muchas personas leen, escriben libros, poemas, son carpinteros, músicos, entre otras múltiples ocupaciones.
Victor añadió que la oportunidad que tienen de ser microempresarios es grande y las ganas de progresar son muchas, por ello esperan el apoyo de distintas entidades que contribuyan con material de reciclaje, para así hacer muebles u otras artesanías para la venta. «Acá pasamos ocupados, creando o fabricando cosas, eso es gratificante y productivo», finalizó.