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Dinapen pide colaboración de padres de familia ante fiestas juveniles

Cuenca.- En el primer semestre del presente año, la Policía a través de la Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) ha rescatado a más de 500 menores de edad de fiestas clandestinas, en las que el factor común es la presencia de alcohol y cigarrillos. Sumada a los operativos constantes, la Policía requiere el apoyo de los padres de familia.

El capitán Carlos Fuel, jefe de la Dinapen en Azuay, manifestó que la Policía busca crear un compromiso por parte de los padres de familia hacia las actividades de sus hijos, especialmente en esta temporada de vacaciones, en la cual disponen de mayor tiempo libre.

“En muchas ocasiones, los padres se molestan con la Policía porque creen que sus hijos se divierten sanamente. Nosotros velamos por su seguridad, su integridad física, pero también es importante que los adultos colaboren con nosotros. Conozcan a donde van sus hijos, con qué amigos y si hay riesgo de consumo de licor”, indicó Fuel.

Alcohol
El oficial reiteró que el problema principal es la presencia de alcohol, el cual se vende como cerveza o se lo camufla en dulces o bebidas energéticas. Esto representa un riesgo, ya que el promedio de edad de los asistentes a este tipo de fiestas es de 16 años y están expuestos al alcohol y los cigarrillos.

“Lastimosamente muchas de estas fiestas terminan con enfrentamientos y riñas callejeras, la mayoría de ellas producto del consumo de alcohol, incluso jóvenes terminan con heridas graves. Ante esta situación los operativos de control son oportunos, pero se requiere del apoyo constante de los padres”, agregó.

La mayoría de las fiestas se las desarrolla en casas o espacios pequeños, por ello se suponen que los menores deben contar con la autorización de los padres. Cuando se descubre licor, los más sorprendidos son los progenitores, acotaron los agentes de la Dinapen.

Seguridad
A más de la venta de alcohol, la preocupación de la Dinapen es la falta de seguridad en algunos locales o viviendas donde realizan las fiestas. Fuel explicó que en los meses de julio y agosto, los jóvenes organizan fiestas para recolectar fondos para viajes. Por esa razón indicó que los padres de familia deben solicitar el permiso respectivo a la Intendencia de Policía.

Al presentar el documento para el funcionamiento de la matiné garantizan que el lugar cuenta con la debida seguridad como salida de emergencia, señalética, extintor y espacio suficiente para la recepción de cierto número de jóvenes. “Con ello lo que se busca es evitar incidentes como incendio, asfixia por aglomeración y obviamente el consumo de licor en menores de edad”, acotó Fuel. /Redacción Azuay.


 

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