Efectividad policial se garantiza con el cuidado médico de 1.300 uniformados, en Azuay

Cuenca.- El arduo trabajo que desarrollan los miembros de la Policía Nacional, en las diferentes unidades, obliga a que el estado de salud de los mismos sea constantemente monitoreado por profesionales, con el objetivo de prevenir enfermedades y garantizar su bienestar y el de sus familias.
Es por esta razón que, en las últimas semanas, los más de 1.300 miembros de la Policía Nacional que sirven en el Azuay son evaluados progresivamente. Los uniformados reciben medicinas y tratamiento, de ser necesario, para combatir las enfermedades que presentan.
El mayor Oswaldo Castillo, médico del Policía en el Azuay, explicó que una de las enfermedades que más padecen los uniformados es la denominada gripe o influenza, ya que su trabajo les obliga a exponerse a diferentes climas y situaciones que les hace más susceptibles a este virus.
“La gran parte de los policías que sirven en la provincia no son oriundos del Azuay y no están acostumbrados a su clima, por ello hasta que su cuerpo se acostumbre padecen constantes procesos gripales que son monitoreados para evitar que se agraven”, comentó Castillo.
Vacunas
Como parte de este proceso de prevención, la Policía conjuntamente con el personal de la Dirección Provincial de Salud iniciaron, este martes, la vacunación contra la influenza al personal del Comando del Azuay.
Castillo explicó que previo a la vacuna, los uniformados reciben una charla en la que se instruye sobre los cuidados que deben tomar para evitar adquirir la enfermedad, posterior a ello se les vacuna de forma voluntaria.
Al momento, más del 50 por ciento de los uniformados se han vacunado, pero Castillo espera que esta cifra llegue a la totalidad de los elementos en las próximas semanas, ya que muchos conocen los riesgos a los que están expuestos. /Redacción Azuay.
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