Los enfoques son claves para el abordaje de la Trata de Personas y el Tráfico de Migrantes, porque permiten mirar la realidad desde el propósito de garantizar activamente la igualdad y la justicia para todos y todas y, por consiguiente, el desarrollo de sociedades libres de violencia y explotación, donde se prioricen las relaciones de respeto, solidaridad, apoyo mutuo y no discriminación.

Enfoque de derechos

Parte del reconocimiento que todas las personas son sujetos de derechos humanos sin distinción ni discriminaciones; y que estos derechos tienen como características: su universalidad, el estar centrados en la dignidad intrínseca y el valor igual de todos los seres humanos, ser intransferibles, irrenunciables, interdependientes, integrales, complementarios y que no prescriben nunca.

Derechos de las víctimas

Puesto que el enfoque de derechos coloca a las personas y sus necesidades en el centro de las acciones, se considera que las víctimas de Trata y Tráfico, deben tener garantizado fundamentalmente:

• El acceso a atención integral, a recibir trato con respeto por su dignidad,
• Refugio seguro, Apoyo emocional (en su idioma),
• Procedimientos judiciales y administrativos adecuados a sus necesidades, pronta reparación del daño que hayan sufrido, ser informada/o sobre sus derechos, su papel y del alcance, el desarrollo cronológico y la marcha de las actuaciones,
• Recibir protección de su intimidad, en caso necesario, y garantizar su seguridad, así como la de sus familiares y la de los testigos en su favor, contra todo acto de intimidación y represalia. Recibir asistencia apropiada durante todo el proceso socio – jurídico.
• No ser revictimizadas por demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución de los mandamientos o decretos que concedan indemnizaciones a las víctimas.
• Ser resarcidas/os por el Estado cuyos funcionarios o agentes hayan sido responsables de los daños causados.

A lo cual, hay que hacer constar lo que contempla la Organización Mundial de las Migraciones (OIM, 2004), como parte de los derechos de las víctimas en casos de Trata externa:

• Acceso a apoyo diplomático y consular

• Regreso voluntario y seguro a su país de origen (en caso de nacionales en el extranjero o de extranjeros en el país).

• Residencia en el país de destino (si procede la legalización de su estatus migratorio).

• Educación, capacitación y empleo.

Enfoque de género

Es una forma de observar la realidad en base a las variables de sexo y género y sus manifestaciones en contextos históricamente determinados. Aplicar el enfoque de género, nos permite distinguir las relaciones de poder y desigualdad entre hombres y mujeres, que impiden el ejercicio de los mismos derechos. Por ello, considerar diferencialmente la situación de mujeres y hombres, así como de personas adultas y niños, niñas y adolescentes en los casos de Trata y Tráfico, constituye una herramienta poderosa para asegurar el éxito de las intervenciones frente a estas problemáticas.

Enfoque generacional

Este enfoque parte del reconocimiento de que niñas, niños y adolescentes tienen necesidades diferenciadas de las personas adultas, por lo que las intervenciones con víctimas de Trata y Tráfico requieren aplicar estrategias que contemplen la edad de las personas, en especial de niños, niñas y adolescentes, para dar una atención integral considerando las particularidades según momento de desarrollo y ciclo vital de las personas. Para ello, hay que considerar la intervención desde espacios propios, separados de los espacios para adultos, atendiendo su interés superior y sus derechos como víctimas, conforme la Doctrina de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, donde se establece que:

• Niñas, Niños y Adolescentes son sujetos de derechos con una visión hacia su empoderamiento y ciudadanía y no objetos de que se vale el Estado para la prosecución penal.
• El Estado, la familia y la sociedad son corresponsables de respetar, hacer respetar y garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
• Los derechos de las niñas, niños y adolescentes son integrales, la vulneración de uno supone la de los demás.
• Obligación de una respuesta vinculante frente al problema de de la Trata /y el Tráfico, que es de carácter social y no individual.

Enfoque intercultural

Este enfoque se basa en el reconocimiento de los derechos de todos los pueblos y etnias a ser respetados y valorados en sus tradiciones, estilos de vida y culturas diferentes. Para las intervenciones en Trata o Tráfico significa que hay que ofrecer atención a las víctimas tomando en consideración sus identidades, expresiones y necesidades, utilizando su propio idioma, comprendiendo sus costumbres y descartando prejuicios y mitos que expresen xenofobia o racismo.

Enfoque de poder

Este es un enfoque a ser considerado de manera imprescindible, no sólo para ampliar la comprensión del comportamiento de tratantes y traficantes, que ejercen relaciones de dominación y sometimientos, muchas veces crueles y brutales sobre las víctimas; sino también para guiar las actitudes y prácticas de funcionarios, servidores y prestatarios de servicios, haciendo consciente la jerarquía que les confiere sus cargos –e incluso hasta el uniforme, en caso de militares y policías-, frente a personas en situaciones de vulnerabilidad. La vulnerabilidad de las víctimas está dada, en primer lugar, por los efectos nocivos del delito sufrido, donde incluso puede tener eventualmente sus capacidades disminuidas, pero también puede estar sin documentos, desconocer el idioma del lugar donde ha sido trasladada, etc. Estas circunstancias tienen que ser entendidas por los agentes del Estado que participan en la recuperación de las víctimas, para evitar relaciones que creen distancia y amedrenten a estas personas, en lugar de lograr la colaboración que se necesita para buscar la aplicación de la justicia.