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El caballo es un aliado de la Policía Nacional del Azuay

La Unidad de Equitación y Remonta (UER), de la Policía del Azuay, es la encargada de controlar el orden público en las aglomeraciones, con la ayuda de sus caballos entrenados que colaboran con la seguridad en los eventos, convirtiéndose en un buen aliado. 

La UER cuenta con 25 caballos, los mismos que se encuentran al servicio de las actividades de hipoterapia, destinadas a los niños con capacidades diferentes. Los animales están a cargo de personal capacitado para su cuidado personalizado.

Los caballos son una parte fundamental en los patrullajes, que se efectúan en los espacios verdes de la ciudad, además esta unidad es la encargada de resguardar la seguridad en los exteriores de los diferentes eventos que convocan a miles de personas.

Los jinetes son policías y civiles durante los torneos.

Cuidado personalizado
Con el objetivo de mantener las condiciones físicas y de salud adecuadas a los animales, estos reciben un trato especial.

Los caballos tienen un peso que oscila entre los 400 a 450 kilos, por lo que el policía debe tener fuerza y voluntad necesaria para cuidarlo, alimentarlo y facilitarle actividad física.

Para que el animal se mantenga con un estado físico equilibrado, la UER organiza eventos como torneos, hasta la actualidad registran tres de ellos, denominados Campeonato Hípico Provincial, CHOP, en la que sus 25 caballos compiten con otros animales en carrera de obstáculos.

Preparación
El capitán Henry Mendoza, jefe de la UER, de la Policía Nacional del Azuay, comentó que su equipo es el encargado de alimentarlos, asearlos y así estén aptos para cualquier situación.

La alimentación balanceada, medicina preventiva y asistencia permanente de veterinarios representa una fuerte inversión, es por ello que su cuidado es estricto y responsable. “Cada policía estable una relación especial con el animal a su responsabilidad, esto con el objetivo de que identifique si el caballo requiere algún tipo de atención adicional”, agregó el capitán.

“Debemos recordar que en ocasiones los animales se enfrentan a situaciones de presión, como manifestantes o hinchas violentos, en ese momento el caballo debe obedecer a su jinete, quien debe manejar la situación con firmeza, ya que si el animal pierde el control puede herir a una persona en su intento de escapar del problema”, comentó Mendoza.


 

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