Eliminando las cachinerías, disminuyen los robos

Cuenca. Los constantes operativos que efectúa la Policía Judicial en el Azuay para eliminar los locales donde se comercializan los objetos de dudosa procedencia o “cachinerías”, han logrado que la presencia de los mismos en Cuenca disminuya, con lo que se generaría la reducción en los robos de casa.
El coronel Germán Cevallos, jefe de la Policía Judicial en Azuay, indicó que la institución efectúa diariamente operativos de control en los diferentes comercios con el propósito de evitar que estos se conviertan en cachinerías.
“Los delincuentes que roban en una casa o a una personas venden los robado a talleres eléctricos, locales en los que se arreglan celulares, por ello si terminamos con estos locales los antisociales no tendrán un lugar donde comercializar estos objetos que son ilegales”, indicó Cevallos.
El trabajo de la Policía Judicial se ha centrado en las últimas semanas a la revisión de los talleres eléctricos y locales de celulares, sitios donde la presencia de objetos cuyo origen es dudoso y cuyos propietarios no logran justificar la procedencia de los mimos.
Mecánicas
Cevallos indicó que las mecánicas son un caso particular, por ello existe personal que constantemente está vigilando las actividades de estos negocios ya que existen varias irregularidades en sus labores.
“No se justifica desde ningún punto de vista que propietarios de talleres no conozcan quién les dejó un vehículo a reparar, o de dónde provino tal o cual accesorio o repuesto de un automóvil, esto es solo una muestra de que existe irregularidades por parte de estas personas”, comentó Cevallos.
En promedio, en Azuay la Policía Nacional ejecuta alrededor de 20 operativos por semana, con una efectividad del 100 por ciento al descubrir algún objeto de dudosa procedencia.
“Existen talleres que venden llantas con aros, radios y más accesorios para los vehículos si factura o registro alguno, de dónde provienen estos artículos, quienes los entregan, estos locales dejaron de ser mecánicas para convertirse en cachinerías”, agregó el oficial.
Finalmente Cevallos indicó que el cierre de la cachinerías influye directamente con la disminución de los robos, “Es simple, al no tener donde vender los objetos robados, ya sea por falta de cachinerías o la colaboración de los ciudadanos al no comprarlos, los delincuentes tendrán que buscar otro modo de seguir delinquiendo”, agregó.
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