En 24 horas, la Dinased logró el reencuentro de ciudadano con su familia paterna
Quito.- Tenía apenas dos años de edad, cuando la madre de Julio César Delgado se separó de su esposo y padre de su hijo. Era 1982 y desde esa vez Fausto Delgado nunca más vio a su hijo. Lo buscó por toda la Costa ecuatoriana, porque tenía la información que él vivía en alguna provincia de la región, pero no sabía la ciudad.
La búsqueda de don Fausto se vio truncada por una enfermedad que ocasionó su muerte en 2002. En su agonía y como última voluntad, le pidió a su hermano Paco que busque a su hijo y que le diga que lo amó y que lo buscó y que podrá descansar en paz cuando su familia paterna lo encuentre.
Ese pedido se convirtió en una misión de vida, ya que Paco Delgado (tío de Julio César) inició la búsqueda que había quedado a medias por su hermano Fausto. Hace cinco años fue a los medios de comunicación para, a través de ellos, poder hallar a Julio, pero los resultados no fueron favorables.
Fausto, junto con su familia, perdían cada vez la esperanza de hallar a Julio, hasta que decidieron solicitar la ayuda de la Policía Nacional y sus Unidades responsables de la búsqueda de personas como la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased).
Luego de la denuncia respectiva se activaron los protocolos de búsqueda y en 24 horas los agentes hallaron a Julio César, en Esmeraldas. La investigación los guió hasta la parroquia Viche y de ahí hasta Esmeraldas, donde Julio se dedicaba al comercio y donde tenía su familia.
Este miércoles 19 de abril, la Dinased logró el reencuentro esperado entre Fausto y su sobrino. Hasta las instalaciones de la Unidad llegaron las hermanas por parte del padre de Julio César. En un abrazo y con besos, Julio abrazó a sus familiares y en especial a su tío Fausto. “Creo que hi hermano podrá descansar en paz porque cumplí con su última voluntad”, dijo Fausto.
Julio, emocionado, contó que también buscó a su familia paterna, pero sin éxito. Se enteró por redes sociales de que su padre había fallecido, pero no sabía nada más del resto de hermanos y tíos que tenía. “Agradezco a la Policía y a sus agentes por encontrar a mi tío, empezaremos una nueva vida”.
Al final, Julio César presentó a sus dos hijos y a su familia a sus tíos. Sus hermanas, en total tres, también presentaron a sus hijos pequeños y todos terminaron en un gran abrazo y fotos para el recuerdo. Redacción OR/Quito.
