Cinco locales clausurados fue el resultado de los operativos de control que efectuó la Policía Nacional, conjuntamente con la Intendencia, en la capital azuaya, la noche del viernes 18 octubre y madrugada del sábado 19 de octubre.

Entre los locales clausurados constan bares y discotecas ubicados en el centro de la ciudad, cuyos administradores no respetaron los horarios de atención y expendio de licor. Además, según las autoridades, en dos locales de diversión se registró la presencia de menores de edad, situación que no está permitida por la ley.

Estos resultados llevaron a las autoridades a efectuar un nuevo operativo la noche del sábado, pero esta vez en las parroquias rurales del cantón, en las que dos locales más fueron clausurados.

En la parroquia Paccha, los efectivos policiales encontraron a 19 menores de edad libando al interior de un salón parroquial donde se desarrollaba un evento en el que se expendía bebidas alcohólicas.

Los jóvenes fueron puestos a órdenes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (DINAPEN), quienes, tras levantar las actas respectivas, entregaron a los menores a sus padres y tutores.

El último de los locales clausurados fue una tienda en la parroquia Llacao, donde se realizaba una fiesta religiosa, también por desobedecer la disposición de los horarios de atención y venta de licor.

Los padres de familia de los menores de edad detenidos y la ciudadanía aplaudieron y respaldaron este tipo de operativos, al tiempo que indicaron que estos deben ser permanentes para evitar que la venta de licor llegue a los menores.

A estas acciones policiales se suman varias reuniones con los dirigentes parroquiales y tenientes políticos semanalmente para trabajar en programas de concienciación social. “El compromiso de la ciudadanía, autoridades y Policía cada vez es más grande y ha representado en un decremento del 10% en el índice de delincuencial” mencionó el jefe de operaciones de la Policía, Jorge Aro.