Cuenca.- El personal policial y civil del Comando Provincial de la Policía Nacional, en el Azuay, fue vacunado para combatir a la influenza H1N3. Paramédicos del Ministerio de Salud Pública (MSP) permanecieron toda la mañana para atender a los uniformados y alejarlos de la enfermedad.

En las primeras horas, cerca de 30 personas fueron vacunadas y avanzaban de a poco en grupos de tres. Los policías dieron el ejemplo al ser los primeros en inyectarse y sin parpadear. El sargento segundo Dalton Herrera comentó que cada año, el personal es vacunado para evitar contagiarse de gripe, ya que operan en horarios nocturnos.

“Los policías estamos vulnerables a cualquier enfermedad ocasionada por el frío, polvo, cambios de clima y por eso tenemos que estar protegidos, para rendir en el trabajo. Muchas veces el descuido o la falta de tiempo causa que nos enfermemos, ahora hay que aprovechar que tenemos el servicio médico en el lugar de trabajo”, indicó Herrera.

A más del personal policial, los jóvenes integrantes del Servicio Civil Ciudadano formaron parte de la campaña de vacunación contra la influenza. Quince jóvenes dieron sus brazos para ser inyectados e invitaron a la ciudadanía a acceder a la vacuna para estar protegidos. Entre nervios y valentía cumplieron con la salud, ante el temor de algún contagio, ya que también realizan labores comunitarias con la Policía, lo que los pone en riesgo.

Maribel Castillo, paramédico del MSP, explicó que al ser vacunada, la persona crea un escudo de defensas en su organismo, lo que impide que ingrese algún virus. “La Policía debe estar protegida ante los virus y cada año se vacunan, así que eso implica el compromiso con la sociedad, para trabajar con seguridad”, acotó. /Redacción Azuay.

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