Babahoyo.- Un promedio de 26 adolescentes, algunos de ellos que no superan los 13 años de edad, fueron aislados en el mes de enero del 2015 por agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolecentes (Dinapen) en la provincia de Los Ríos.

Los menores fueron sorprendidos cuando presuntamente cometían actos delictivos como: robo a locales comerciales, tenencia ilegal de arma de fuego, tenencia de sustancias sujetas a fiscalización, por estar involucrados en escándalos públicos y por contravenciones.

El teniente de policía, Cristhian Bonilla, quien se desempeña como jefe de esta unidad, señaló que en ese grupo de jóvenes hay 24 hombres y dos mujeres. Cada uno en su momento fue puesto a órdenes de las autoridades competentes.

Estos casos se registraron en los cantones de Quevedo, Babahoyo, Ventanas y Quinsaloma. La mayoría de ellos son jóvenes que dejaron de estudiar y ahora se relacionan manejan su círculo de relaciones en la calle.

Labores comunitarias

En la mayoría de los casos, el juez llama a los representantes legales de quienes cometieron contravenciones y los sanciona con una acción comunitaria. Por ejemplo, envían a los chicos a los centros gerontológicos para que realicen ayuden a la comunidad durante un mes.

Por la tenencia y posesión de armas de fuego se analiza el caso detenidamente. Si el joven no está realizando un acto de violencia y si no es reincidente puede quedar en libertad.

De igual forma ocurre con la tenencia de droga, si el menor de edad no cumple la cantidad de alcaloide establecida como base para declararlo comercializador es puesto en libertad, como ha ocurrido en la mayoría de los casos.

Pero también han existido situaciones en que los jóvenes se han involucrado en temas más delicados. Ellos fueron trasladados hasta Guayaquil, donde quedaron privados de la libertad hasta por tres meses para investigaciones.

Proyecto escolar

Durante el 2015, la Dinapen continúa capacitando en establecimientos educativos, sobre temas como: consumo de droga y pandillas juveniles. Durante las capacitaciones se ha entregado a los estudiantes trípticos informativos de cómo prevenir el consumo de drogas.

Para reforzar ese trabajo permanentemente en cada unidad educativa permanece la presencia de un uniformado que hace las funciones de policía escolar. Este agente se encarga de asesorar a los chicos y evitar que en el plantel exista el tráfico y consumo de droga. Asimismo, antes de realizar una visita de control preventivo a un centro educativo, se hace una investigación previa, siempre apegados a la Ley y en respeto irrestricto a los Derechos Humanos. /Redacción Los Ríos.

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