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Excombatientes realizan vigilia en apoyo al Gobierno y piden ser declarados héroes nacionales

Quito.- Cerca de 120 excombatientes de la Guerra de Paquisha (1981) y Cenepa (1995), uniformados, pintados la cara y con banderas de Ecuador, de diferentes nacionalidades de la provincia de Morona Santiago, realizan una vigilia permanente e indefinida frente al Palacio de Carondelet, Centro Histórico de Quito, con el objetivo de respaldar el proyecto de la Revolución Ciudadana frente a todo tipo de desestabilización que pudieran provocar grupos opositores al régimen.

Este grupo de patriotas son hombres y mujeres provenientes de las comunidades shuar, achuar, macabeo y mestizo, quienes, formados frente al Palacio de Gobierno apoyan y respaldan la gestión del Gobierno Nacional. «Nuestro apoyo es voluntario por el presente de nuestro país y las futuras generaciones”, destacó Enrique Chiriap, excombatiente del Cenepa.

Reconocidos como héroes nacionales

En su cartera, Maritza Taish lleva una foto en la que aparecen cuatro médicos vestidos con trajes de camuflaje verde, junto a un agujero gigante en medio de la selva. Cuenta que estuvo en la guerra como enfermera.
Ella pide que los médicos sean reconocidos como héroes nacionales. “Tuve que dejar a mi familia para ir a la frontera y atender a los heridos. Recuerdo que escuchábamos los tiroteos por aire y por tierra. Solo pedimos que se reconozca a quienes estuvimos allí”, dice.

La mujer de 51 años acompaña a los representantes de la Asociación de excombatientes de la guerra, en esta vigilia que, a más de respaldar al Gobierno, solicitan ser calificados como héroes nacionales por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.

Otro caso es el de Domingo Macuchama, uno de los héroes que participó en aquella gesta heroica y quien sigue leal al esfuerzo realizado en el campo de batalla. Pertenecía a las Fuerzas Especiales en la unidad contraterrorista.

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Sobrevivió a la explosión de una granada

En el conflicto del Cenepa, Macuchama estuvo en la línea de frontera y volvió a vivir. Tenía 35 años cuando combatió en Tiwintza y recordó que de cerca le explotó una granada. Sintió perder sus manos y su ojo izquierdo, sin embargo, «puse todo el cariño para salir adelante; me puse contento porque gané una guerra a la muerte y al criterio adverso de la gente; una granada no perdona la vida… Dios me dio otra oportunidad”, enfatizó.

José Serrano, ministro del Interior, saludó a los integrantes del grupo de excombatientes y destacó su total respaldo al grupo en su lucha pacífica y garantizó que todos sus requerimientos serán atendidos y gestionados oportunamente. Agregó “sentirse honrado al compartir este momento con los soldados que combatieron en el enfrentamiento y nos llenaron de gloria”.

La victoria del Cenepa, de enero de 1995 selló el camino de la construcción de la paz y la consolidación de una nueva relación Ecuador–Perú. Tiwinza, Cueva de los Tayos, Soldado Monge, Coangos y Cóndor Mirador, fueron los sitios en los cuales los militares ecuatorianos demostraron su valor y el auténtico amor a su tierra.

El heroico triunfo cambió la historia del país porque la autoestima, el orgullo nacional y la cohesión social se fortalecieron. El proceso culminó en octubre de 1998, con la firma de la paz y dando inicio a una nueva etapa entre los dos países.

En estos días, una propuesta será llevada por los directivos del colectivo de excombatientes al Presidente de la República y a los ministros del Interior y Defensa, para solicitar ser calificados como héroes nacionales. Redacción A. R. /Quito.

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