Manta.- Los agentes de la Dinapen conocieron que dicha fiesta se iba a desarrollar este viernes, por lo que iniciaron labores de inteligencia, determinando que en la avenida 24 de Mayo y calle 2 de Manta se efectuaría.

Operativo
Alrededor de las 15h30, los integrantes de la Dinapen, en coordinación con el Comisario Nacional de Policía de Manta ingresaron a un domicilio de tres pisos, en construcción. Cerca de 100 personas se encontraban en el lugar, 21 de ellas menores de edad, siete portando uniformes de instituciones educativas de la localidad.

El cabo Rafael Jami, agente de la Dinapen, dijo que cuando entraron al inmueble pudieron oler la quema de sustancias sujetas a fiscalización y en la requisa que se efectuó localizaron fundas con una sustancia blanquecina posiblemente cocaína, además otras fundas con una sustancia verdosa presumiblemente marihuana. También una botella de licor y un preservativo botado. Los presentes se despojaron de lo que tenían en el momento de ver a policías.

“Los adolescentes que estaban en el lugar se encontraban en situación de riesgo, por esa razón los recuperamos y trasladamos hasta la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de Manta para entregárselos a sus padres, dándole recomendaciones y firmando actas de responsabilidad”, mencionó el uniformado.

Una señora junto a su hija, presuntas organizadoras del evento, fueron detenidas y puestas a órdenes de las autoridades para su respectiva audiencia de flagrancia.

Ventanas cerradas con fundas
José Herrera, comisario Nacional de Policía en Manta, aseguró que no tenían permiso y que el lugar no prestaba las condiciones de seguridad necesarias, ni el espacio suficiente para que acoja a la cantidad de personas que estaban allí. “No había pasamanos, apenas había un espacio de nueve metros cuadrados con baldosa y las ventanas las habían cerrado con fundas de basura. En el interior una temperatura mayor a los 40 grados centígrados, con olor a droga”, indicó el comisario.

Herrera agregó que es un tema de salud física, mental e integridad, ya que en una de las habitaciones había un colchón en la que podían efectuarse violaciones, abusos sexuales a mujeres o varones.

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Cobraban la entrada
El valor de ingreso a la fiesta clandestina era de un dólar para los hombres y las mujeres entraban gratis, adicionalmente no solicitaban ningún documento para acceder.

La teniente Paola Dávila, jefa de la Dinapen en Manta, expresó que dada la problemática actual de los adolescentes se está intensificando la búsqueda para prevenir ese tipo de actividades clandestinas.

“Tenemos que considerar que los padres, como las instituciones educativas tienen la responsabilidad y potestad del control sobre los adolescentes, si se encuentran dentro de los domicilios lo padres son lo que tienen que darles valores, criarlos bien y saber dónde están, con quién y qué hacen. Si un adolescente falta a la institución educativa, los docentes deben comunicarse con los padres para determinar su ausencia, si es por motivo familiar o es que puede estar en situación de riesgo”, sostuvo la uniformada. / Redacción Manabí.

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