Los primeros en ingresar a la sede deportiva fueron los agentes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), quieres revisaron que previo al encuentro no se haya ingresado objetos prohibidos. Luego, personal de Servicio Urbano se apostó en los cercos externos donde se colocó vallas del Ministerio del Interior para dar facilidad a los fanáticos a ingresar a las escalinatas, no sin antes ser inspeccionados por los uniformados que impidieron el acceso de bebidas alcohólicas, droga, elementos cortopunzantes, armas de fuego, entre otros artículos.

El coronel Carlos Carrión, jefe de Operaciones de la Zona 8 de Policía, apostó al personal del Grupo de Operaciones Motorizado (GOM) y Unidad de Equitación y Remonta (UER) en los alrededores del escenario deportivo mientras que desde el interior, en las escalinatas y cerca de la cancha, uniformados de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) y de Servicio Urbano vigilaban el comportamiento de los asistentes.

Por su parte, el coronel Marco Zapata, comandante de la Zona 8 accidental, realizó en un helicóptero de la Institución un sobrevuelvo, comprobando que la presencia de los mil policías que custodiaban el evento fuera existosa.

El operativo para el Clásico del Astillero se planificó con base en una apreciación del equipo de inteligencia de la institución, precisó el funcionario policial. “La actitud de los fanáticos fue ejemplar, salvo el caso de pequeños incidentes que fueron controlados a tiempo de manera prudente por personal policial, sin que pase a mayores”.

De esta manera, la Policía Nacional confirmó una vez más que se encuentra preparada a cabalidad para cumplir con la misión encomendada, tal como lo afirmó Diego Fuentes, viceministro del Interior, días atrás. Redacción M.M. /Guayas.

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