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Guayas: Tener una vivienda fiscal incrementa unión familiar

«Poder ver crecer a mi hija y llegar a casa tras concluir mi jornada laboral, son dos de las razones que me motivan a trabajar con más ánimo. Saber que mi familia está segura y compartir con ella un hogar que cuenta con todos los servicios básicos, me dan tranquilidad y concentración, para cumplir mi deber a cabalidad», afirma el cabo segundo Javier Macías Galeas, policía beneficiado con una vivienda fiscal ubicada en la Urbanización San Eduardo en Guayaquil.

417 uniformados forman parte de este programa gubernamental, que busca dar comodidad a los servidores de la fuerza pública que laboran fuera de su lugar de origen. Esto ha sido posible con la construcción de conjuntos habitacionales. Los gendarmes junto con sus seres queridos pueden gozar de una casa o departamento digno, durante el tiempo que dure el servicio en la ciudad a la que fue asignado.

Vivienda Fiscal 1

La esposa del cabo segundo Javier Macías, Diana Sancán, relata que ellos están aprovechando este periodo en el que no deben gastar en el alquiler de una casa o en trasladarse cada 15 días para verse. Ahorran dinero para comprarse una casa propia más adelante. «En esta ciudadela pasamos muy cómodos. El estar cerca nos ha unido más como pareja y nuestra hija Doménica de 5 años puede disfrutar de su padre todos los días. Le espera ansiosa en el parque y nos pide jugar juntos cuando él llega», acotó la mujer.

El mayor Álvaro Andrade, administrador del programa de Vivienda Fiscal en la Zona 8, explica que existen 3 conjuntos habitacionales: La Urbanización San Eduardo que cuenta con capacidad para 320 departamentos, ubicada en la Av. José Rodríguez Bonín, cerca de allí está la ciudadela Los Girasoles, con disponibilidad para 50 familias y Las Acacias con 47 villas.

Andrade agrega que cada conjunto habitacional tiene casas independientes o edificios multifamiliares, estos últimos son de 4 pisos y de 8 departamentos por planta. Cada uno posee sala, comedor, cocina, baño, dos o tres dormitorios, lavandería y servicios básicos. En la parte externa constan de aceras, bordillos, vías de acceso, áreas verdes, juegos infantiles, canchas múltiples y parqueaderos. Se los ha dotado de muebles y electrodomésticos, para garantizar comodidad a los uniformados.

La policía Tania Caicedo es otra de las beneficiadas con una vivienda fiscal, ella cuenta que ahora que radica en Guayaquil puede compartir su tiempo con su hija Danna y su esposo Carlos Fernández. «Mi niña tiene tan sólo 2 años. Estar juntos marcan la diferencia, ahora nos sentimos considerados por nuestros jefes y por el Estado. Cada día confirmo que mi decisión de servir a mi país, como policía, fue la más acertada, me siento agradecida con la Institución», concluyó Caicedo.

Estadísticas
Desde el 2010 hasta la fecha se han construido 1.700 moradas de esta categoría con una inversión que supera los 54 millones de dólares. Este año se deberá levantar 3.500 casas a nivel nacional

El ministro del Interior, José Serrano, pretende alcanzar para el 2015 la construcción de 5.000 viviendas.


 

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