Hermanos gemelos al servicio de la seguridad, en Manabí

Ambos patrullan en una doble cabina de la Policía. Por esto no es raro ver a uno al extremo de la ciudad y al otro en el centro de la capital de Manabí, como si fueran clones.
Responden igual a toda pregunta, parecen estar conectados. Sus ojos verdes tienen la misma intensa mirada. 1.65 metros de estatura y piel canela, son Héctor Vicente y Héctor Bolívar Zambrano Navarrete, gemelos cuyas semejanzas se extienden de lo físico a la profesión. Ambos son policías.
Les dicen “gatos” y han subido de rango de forma similar. Actualmente son Sargento Segundo y laboran en el área de Transporte del comando policial de Portoviejo. Nacieron en la parroquia Colón y tanto en su vida familiar como en la profesional han compartido muchas anécdotas.
Cuando tenían 10 años, Bolívar participó en una carrera de ciclismo, en los tramos finales de la competencia. Ya no avanzaba, el cansancio y el dolor de una herida muscular anterior no lo dejaron continuar, su hermano lo sustituyó. “Como fui con energía terminé ganando la carrera”, recordó Vicente.
Otra aventura que recuerdan estos gemelos es que Bolívar salió a pasear con la enamorada de Vicente y cuando creían que la mentira había resultado, la chica los descubrió. «Un ceviche nos delató, pues mi hermano se lo comió en mi lugar y yo ni por enterado”, mencionó Vicente.
Estas “dos gotas de agua” han compartido como propias, fotos tamaño carné entre otras cosas. Suelen saludar a amigos que no tienen en común y afirman que a veces coinciden al momento de sus «necesidades biológicas».
Inicios policiales
Desde niños quisieron ser policías. En 1997 hicieron el curso, al año siguiente se graduaron y vivieron la etapa más dura de su vida. La primera y única separación, por cumplimiento de su trabajo. Vicente estuvo en Quito hasta el 2000 y Bolívar fue enviado al oriente hasta el 2001. En ese año se volvieron a juntar y no quieren que eso cambie, hasta que la muerte los separe.
“Llegué al oriente y en el cuartel solo había una cancha de voleibol, no había suficiente armamento y camas. Hoy estamos mucho mejor”, manifestó Bolívar. “Empezamos a notar el cambio con el nuevo gobierno, ya tenemos muchos años en nuestra tierra y eso es importante para un policía”, añadió Vicente.
De padres católicos, creen en la virgen. Estudiaron mecánica industrial en el colegio. Bolívar tiene dos hijas, una de 9 y otra de 2 años. Vicente tiene un varón de 7, la diferencia es que uno de ellos está por separarse. “Son 37 años de vida, 16 de servicio y el tiempo dirá que vamos a hacer en el futuro”, concluyeron los gemelos policías Zambrano Navarrete./ Redacción Manabí – Ministerio del Interior