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Hermanos se reúnen luego de 44 años a través de la Unidad de Desaparecidos de Dinased

Hermanos se reúnen luego de 44 años a través de la Unidad de Desaparecidos de Dinased

Quito.- Se fue de su casa en La Maná porque su papá le maltrataba. Era alcohólico y no se medía en los castigos. Tenía ocho años y decidió buscar una nueva vida lejos del dolor, luego de la muerte de su madre. Zoila Través fue acogida por una familia quiteña, que la trató como una más de su familia, era 1973.

Pero su corazón y su pensamiento estaban siempre en el recuerdo de sus hermanos y de su familia. Luego de su huida, después de 22 años regresó a la finca donde nació en el cantón La Maná, pero toda su familia se había cambiado de domicilio, sin saber su paradero.

Regresó a Quito triste pero con la esperanza de algún día volver a ver a sus cinco hermanos. Fue hasta que el 3 de agosto pasado fue a las oficinas de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), con el fin de que los agentes de esta unidad la ayuden a encontrar a su familia.

De inmediato, la Unidad de Desaparecidos de la Dinased inició la búsqueda con los nombres que proporcionó Zoila. Los agentes a través de labores básicas de inteligencia y de localización de personas desaparecidas hallaron a uno de sus hermanos en el cantón de Lasso, provincia de Cotopaxi.

Se trataba de Carlos de 80 años, el hermano mayor de Zoila, quien al recibir la llamada de los agentes de la Dinased, agradeció por el trabajo realizado e indicó que viajaría hasta Quito para volver a su hermana, luego de más de cuatro décadas.

El reencuentro fue como lo había soñado Zoila, con llanto y con un abrazo eterno a su hermano mayor. Él dijo que nunca la olvidó, que siempre pensaba que sería de ella y que rezaba a Dios para juntarse con ella. Por su parte Zoila también devolvió los rezos mientras estaba alejada de su familia. “Dios me escuchó y ahora quiero ser feliz con mis sobrinos.

En la actualidad, Zoila trabaja en Quito en una panadería, pero a pesar de que nunca se casó y no tuvo hijos, ella contó que disfrutará con sus hermanos lo que le quede de vida. “Yo escapé de mi hogar porque mis padre era alcohólico y como mi madre falleció, yo no quería llevar esa vida”.

Agradecida de la vida, pero en especial de los agentes de la Dinased, a quienes también abrazó con fervor, dijo que los policías ecuatorianos son los mejores, que cuando se proponen a encontrar algo, lo encuentran.

El mayor Miguel Egas, jefe operativo de la Unidad de Desaparecidos, señaló que durante el 2017, la Dinased ha gestionado 20 reencuentros entre familiares, que no se veían desde hace varios años. Además indicó que utilizan todos los métodos de investigación para hacer posibles estos encuentros que llenan el alma y consolidan familias. Redacción OR/Quito.


 

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