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Jefe de Seguridad Vial de Madrid reconoció avances en cultura vial en Quito

Quito.-Con el objetivo de intercambiar información sobre procesos de investigación de accidentes de tránsito, prevención de accidentes y campañas de educación vial, estuvo de paso en Quito el comisionado español, Antonio Gómez Montejano, jefe de seguridad vial de la Policía Municipal de Madrid.

Manifestó que regresa al Ecuador a los 9 años y que los cambios dentro del tema de vialidad, de prevención y de campañas de educación vial han mejorado en forma sustancial. “Ahora la gente respeta los cruces en las vías, existe una muy buena señalética, se respeta mucho más las luces de los semáforos, ya no se pita tanto y existe una mayor cultura y mejores comportamientos en cuanto a circulación de vehículos, motocicletas, bicicletas y peatones. En general el tránsito en Quito está mucho más ordenado y organizado, señala el funcionario.

Durante su visita a la Dirección de Investigación de Accidentes de Tránsito, en Quito, pudo conocer el importante avance tecnológico de esta unidad que investiga y reconstruye escenas de accidentes mediante imágenes 3D. Esto es, en tercera dimensión se visualiza un accidente de tránsito y proyecta digitalmente como se produjo el accidente, quién tuvo la responsabilidad del accidente, que daños causó y levanta información para que la fiscalía y los jueces pertinentes actúen y sancionen de acuerdo a la gravedad del caso.

Esta unidad pertenece a la Policía Judicial y cumple funciones periciales con el propósito de contribuir a la adecuada administración de justicia. El funcionario español conoció que a nivel nacional laboran 240 técnicos, en 21 provincias, en 25 unidades que apoyan a las unidades de flagrancia a resolver casos de accidentes graves de tránsito.

Apoyo del Ministerio del Interior
Se han podido esclarecer estos accidentes debido a los nuevos equipos y programas informáticos de última generación adquiridos por el Ministerio del Interior para facilitar el trabajo de investigación. Como unidad experta en accidentes de tránsito y vialidad, asesora a la Agencia Nacional de Tránsito, al Municipio del Distrito Metropolitano de Quito y otras entidades responsables de la vialidad y gobiernos seccionales que solicitan sus servicios para prevenir accidentes.

Prevención
Antonio Gómez intercambió criterios con los expertos policiales ecuatorianos que realizan estos procesos tanto de investigación como de análisis, evaluación de accidentes y sobre los softwares instalados para optimizar estos procesos. Explicó que en España y en la Unión Europea existen otros sistemas digitales. Los equipos que tiene la DIAT en Criminalística, cubren las necesidades de trabajo que exige una ciudad de Quito y sus áreas de influencia que evidencian un movimiento vehicular muy alto.

El Jefe Policial de Accidentabilidad Vial en Madrid es también periodista y pertenece, además, a la Asociación de Policías por la Seguridad Vial y prevención de accidentes. Explica que esta organización trabaja desde hace varios años en lo que es prevención de accidentes y educación vial con jóvenes, lo que ha significado que en España los accidentes de tránsito se hayan reducido en los últimos 15 años en una tercera parte y aspiran a reducirla más con campañas de información y educación.

Considera que los usuarios de las vías urbanas y rurales son el primer eslabón dentro del concepto de seguridad vial, y su efectividad depende en última instancia del comportamiento de los mismos. Por ello, son esenciales la educación, la formación y el cumplimiento de las normativas viales.

El sistema de seguridad vial también debe tener en cuenta los errores humanos y los comportamientos inadecuados, con el objetivo de corregirlos al máximo. Por estas razones todos los componentes, en particular los vehículos y las infraestructuras, deben ser diseñados con el fin de prevenir y limitar las consecuencias de dichos errores, especialmente para los usuarios más vulnerables.

Plan de seguridad vial 2012 – 2020 para Madrid
El Ayuntamiento de Madrid asumió el compromiso de tolerancia cero ante la accidentalidad. Con este objetivo, lleva años trabajando para promover una cultura de civismo en la conducción, garantizar el cumplimiento de las normas de circulación e impulsar la actuación conjunta y coordinada de todas las administraciones, servicios, y entidades públicas y privadas que tengan relación con la accidentalidad y la movilidad urbana.

En este plan se considera que la mayoría de los accidentes de circulación se pueden prevenir y lo que es más importante, se pueden evitar. Además de los daños y de la tragedia humana que ocasionan, los accidentes de circulación tienen repercusiones económicas, sociales y jurídicas negativas que implican que haya que abordarlos con carácter prioritario.

Prioridad es reducir accidentabilidad
Según la estadística del plan de Vialidad 2012-2020 de Madrid, se ha mejorado la seguridad en las carreteras convencionales. Pese a estas políticas, en vías de alto tráfico se registran el 32% de los accidentes con víctimas, el 58,7% de fallecidos y el 45,3% de heridos graves.

Por esas razones, es imprescindible mejorar la seguridad de las carreteras convencionales a través de un mejor diseño, en especial en las salidas de vía y evitar colisiones frontales y optimizar la seguridad en los desplazamientos relacionados con el trabajo.

Reducir consumos de alcohol y drogas
Es vital educar los comportamientos en relación al consumo de bebidas alcohólicas y a la velocidad en la conducción. Es imperativo reducir el consumo, por parte de los conductores, de bebidas alcohólicas y de drogas tóxicas, sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

Es imprescindible profundizar una mayor percepción del riesgo asociado a la velocidad, mediante el desarrollo de acciones preventivas y la consolidación de las acciones de control del cumplimiento de la norma sobre el peligro que implica el exceso de velocidad.

Según este plan de seguridad vial se están cumpliendo los objetivos y ya existen resultados positivos y recalcó que en España los accidentes de tránsito se redujeron en los últimos 15 años, en una tercera parte y aspiran a reducirla aún más con campañas de información y educación.

Para la ciudadanía que maneja automóviles y los peatones que circulan por las urbes, es prioritario acatar la legislación vial y de tránsito. Esta legislación también aplica estrategias educativas y de aprendizaje cabal en el proceso previo a la obtención de la licencia de manejo y solicitar requisitos mínimos para los instructores que enseñan a conducir.

Un segundo aspecto es el cumplimiento de las normas de circulación y de seguridad vial, que incluye límites de velocidad en los vehículos industriales ligeros y obliga el uso de dispositivos de bloqueo por alcoholemia en casos concretos.
Mayor seguridad de las infraestructuras viales, túneles, carreteras secundarias y tener vehículos más seguros, para que brinden una protección real, activa y pasiva de vehículos, motocicletas y otros.

Socialización de llamadas de emergencia
Un importante aspecto que resaltó el Jefe de policía español fue el tema de la socialización en el uso masivo de las llamadas de emergencia integrados a los vehículos y mejorar con ello los servicios de emergencia y atención tras las lesiones producidas en los accidentes de tránsito.

Es indispensable una estrategia global de actuación en materia de lesiones en accidentes de tránsito y primeros auxilios a los usuarios más vulnerables de la carretera, incluyendo a los vehículos de dos ruedas en las inspecciones, sean motocicletas o bicicletas, y proporcionarles una infraestructura adecuada.

Campañas de información y educación
Según esa misma planificación, los gobiernos nacionales y locales deben potenciar vías de información, comunicación y diálogo entre los usuarios de la carretera y las autoridades competentes. Estas campañas deben ser permanentes en niños, adultos, peatones y ciclistas.

El significativo aumento del parque de motocicletas y el especial riesgo al que se ven expuestos sus usuarios, exige la adopción de medidas para conseguir comportamientos más seguros de los motoristas, mejorar la convivencia con los otros modos de desplazamiento, incrementar la seguridad de las carreteras y mejorar el conocimiento de la accidentalidad y movilidad de este colectivo.

Fotografías:


 

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