La disciplina, eje fundamental dentro de la Policía Nacional

“La disciplina la llevo en el alma porque además de ser policía ostento el título de licenciado en Gerencia Educativa, soy Doctor en Educación y Especialista en Administración de Recursos. Por ello considero que la formación educativa sirve de mucho para los futuros uniformados, porque es el producto que entregamos al servicio de la sociedad”, enfatizó.
El coronel considera que la disciplina se refleja desde la forma de vestir, el cumplimiento de horas estipuladas y en la calidad de trabajo que cada policía ofrece a la comunidad. “Quien ingrese a la Policía Nacional primero debe hacerlo por vocación, debe tenerle gusto ya que es una institución sacrificada y debe reunir los requisitos que se exigen, como son: aspectos psicológicos, académicos, físicos y médicos”, señaló.
Además recalcó que todo policía debería preocuparse por estudiar más. Recordando que sus títulos adquiridos fueron por medio de esfuerzos, en universidades semipresenciales, ocupando los días franco y sacrificando el tiempo en familia.
Como comandante de Manabí espera realizar trabajos efectivos y que denoten la buena labor de los gendarmes. “Quienes estuvieron al mando de la provincia han hecho un excelente trabajo pero así como ingresé por la puerta grande, así espero salir”, comentó.
En el año 1993, estuvo nueve meses en Manta, en el área de Servicio Urbano, donde compartió con el ahora comandante de la Zona 4, Edison Gallardo. El gendarme se caracteriza por ser sencillo, tranquilo, de buenos sentimientos pero de ideas y decisiones firmes.
Educación y área investigativa han sido las dos facetas que más ha desarrollado el coronel Baquero durante sus 32 años dentro de la Policía Nacional. Fue instructor en la Escuela Las Peñas, vicerrector del Liceo Policial por dos ocasiones, docente de la Escuela de Especialización, escuela de la Amazonía, escuela de Guayaquil y trabajó en la Dirección de Educación.
En la parte investigativa estuvo en la Policía Técnica Judicial, Policía Judicial en Orellana, en Durán, jefe de Delitos Aduaneros en Quito y jefe de Policía Judicial en Pichincha. Ha sido comandante en Carchi, Napo, Pascuales y ahora en la Subzona Manabí. Llega a la provincia de ser subcomandante del Distrito Metropolitano de Quito.
El uniformado de 50 años de edad y oriundo de Sangolquí afirma que la Policía Nacional, a través del tiempo se ha desarrollado y va de la mano con la modernización. “Somos policías amigos de la sociedad”, indicó.
Baquero recuerda que ingresó a la Policía Nacional, luego de ponerse un reto con su hermano, para ver quién ingresaba. “Y yo me quedé”, sostuvo.