Quito.- La lucha contra el microtráfico de drogas en La Mariscal, en el norte de Quito, es constante e imparable. Así lo demuestran las cifras de aprehensiones de drogas y detenidos por esta causa. En tan solo esta semana se detuvo a 12 expendedores y se retiró del mercado, aproximadamente, 300 dosis.

A decir del teniente, Pablo Villacís, jefe del sub circuito La Mariscal 1, estos resultados demuestran el compromiso que la Policía Nacional tiene con la comunidad. De allí que los operativos antidelincuenciales son a diario y se efectúan en un promedio de 22. Estas diligencias se realizan las 24 horas del día y son ejecutadas por 21 uniformados por turno. Además, hasta las 20h00 se cuenta con la colaboración de 25 gendarmes del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM).

La labor de los policías de La Mariscal es preventivo, investigativo y reactivo. De allí que los logros obtenidos se debe a un trabajo coordinado y bien estructurado luego de analizar cómo opera la red de microtráfico de drogas en la zona. Uno de los puntos establecidos en la también denominada “zona rosa” de Quito es que los grupos de expendedores lo conforman en su mayoría mujeres.

En la detenciones realizadas, el 80% son féminas y el 20, hombres. Además, por día se ha llegado a incautar hasta 60 gramos de marihuana y 50 de cocaína. Cuando se efectúan operativos a mayor escala se ha decomisado hasta 300. Las expendedoras actúan en parejas y se colocan en una calle del sector. Cada una, sabe en qué vía quedarse y no ingresan a la de otra persona. Antes, en el sector, usaban a menores de edad, pero debido a que son aislados ya no los usan.

Padilla comenta que estas mujeres solían comunicarse entre ellas, a través de teléfonos celulares, cuando se percataban que había operativos policiales. Por esta razón, se creó otra estrategia: que las diligencias se realicen de forma simultánea en todos los puntos para que no evadan la justicia. Ahí, la eficacia en la lucha contra el microtráfico en la zona.

Los policías también analizaron las horas en que las “brujas de La Mariscal” operan. En las mañanas empiezan a las 10h00 hasta las 16h00. Luego se retiran y regresan a las 20h00, casi siempre se quedan hasta las 04h00.

Debido a esta situación, los expendedores portan pocas dosis de las sustancias ilícitas para evadir la cárcel. Sin embargo, los trabajos de inteligencia policial, los cuales incluyen videos impiden que salgan en libertad porque tienen pruebas contundentes en contra de los microtraficantes.

El oficial menciona que esta red de expendedores la conforman, en su mayoría, ciudadanos ecuatorianos y una minoría son colombianos.

Otro de los puntos contundentes en la lucha contra el expendio de drogas en la zona es la colaboración activa de la ciudadanía. Padilla indica que los moradores y comerciantes de La Mariscal llaman a la Policía cuando se percatan de este ilícito, el cual casi siempre se concreta en las calles. Para el oficial esta ayuda genera optimismo entre los uniformados, pues sienten el apoyo de las personas en la lucha contra las drogas. / Redacción Quito.