La Unidad de Equitación y Remonta reconoció el trabajo y sacrificio de oficiales y clases, en Cuenca
Cuenca. “Ser policía significa entregar la vida por la Institución, muchas veces la familia queda en segundo plano. Cuando llega el tiempo de retirarse, uno deja gran parte de su existencia en la Policía Nacional. Cuando se recibe un reconocimiento por el trabajo realizado, es una gran satisfacción, debido a todo lo entregado en esos años de servicio”, señaló el coronel Víctor Hugo Salazar, quien recibió un homenaje por parte de la Unidad de Equitación y Remonta (UER), en Cuenca.
Con la solemnidad respectiva, el evento se cumplió en las instalaciones de la Unidad de Equitación y Remonta Santa Ana de los Cuatro Ríos Cuenca, donde también se desarrolló el ascenso de policías y clases.
Reconocimiento
El capitán Juan Carlos Suárez, jefe de la UER en Azuay, manifestó que el trabajo de un miembro de esta unidad no finaliza con el retiro, ya que su ejemplo y trabajo perdurarán por siempre en la memoria de quienes lo acompañaron.
“La vida de un miembro de la UER no termina cuando cuelga sus botas empolvadas por el trabajo o se retira las espuelas marcadas por el tiempo, ya que la caballería es inmortal, es la herencia de los viejos centauros. La gratitud hacia quienes iniciaron esta Unidad será eterna y cualquier reconocimiento es poco ante el esfuerzo que entregaron para llevarla hasta donde actualmente se encuentra”, agregó Suárez.
El jefe recordó que el trabajo de la Policía Nacional está lleno de sacrificios y satisfacciones, por ello motivó al personal a entregar a diario su mejor esfuerzo para alcanzar sus metas personales y profesionales en la institución.
Entrega y esfuerzo
El coronel Víctor Salazar agradeció por el reconocimiento y motivó al personal a continuar su trabajo con la misma entrega y esfuerzo, recalcando que todos y cada uno de los integrantes de una unidad de equitación son importantes para el funcionamiento adecuado de la misma.
“Para mí es un honor ser uno de los iniciadores de las unidades de equitación en el país. Creo que junto a otros oficiales y clases marcamos un camino que ahora muchos recorren y que seguramente lo ampliarán con el paso de los años. Uno no trabaja para los reconocimientos, pero siempre es grato saber que las cosas se hicieron en beneficio de la comunidad”, acotó Salazar.
Ascensos
Otro de los puntos importantes de la ceremonia fue el acto de ascenso de los clases que pertenecen a la UER, quienes luego de su etapa de preparación, recibieron sus nuevas insignias por parte de los oficiales y sus familiares que los acompañaron en este día especial.
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En esta ocasión, los policías Omar Pineda Pazmiño e Ignacio Ponce Guerra, ascendieron a cabo segundo; mientras que Ángel Chacha Caillagua, Hernán Sinaluisa Ushca, Víctor Lozada Enríquez, José Marcillo Lucano, Segundo Naranjo Villavicencio, Darío Tarambis Rivera, Luis Taco Villalta y Rosa Moyano Lara, ascendieron de cabo segundo a cabo primero de la Policía Nacional.
El cabo primero Ángel Chacha, a nombre de todos los ascendidos, agradeció por el apoyo que recibieron por parte de sus superiores y de la institución, para alcanzar un nuevo peldaño en su carrera.
“El apoyo recibido por nuestros superiores es fundamental, al igual que el respaldo entregado por nuestra familias, a quienes dedicamos este nuevo logro y por las que trabajamos incesantemente. Cuidar de la seguridad de toda la comunidad es también cuidar de la seguridad de nuestros seres queridos”, señaló Chacha. Redacción M. N. /Azuay.
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