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Los Cifuentes, hermanos policías que destacan por su valor, esfuerzo y servicio a la comunidad

Guayaquil. La vocación de ser policías lo llevan en sus genes. El ejemplo recibido por su padre motivó a los varones de la familia Cifuentes Escobar, a seguir la misma profesión. El primero en enrolarse fue Luis, el mayor de los hermanos, y quien ahora labora en el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y ostenta el rango de Capitán.

Edison, otro de los hermanos, ejerce funciones en el Grupo de Intervención y Rescate (GIR). El menor de ellos, Oscar, es criminalista y al momento se encuentra en Argentina, con una beca que le permitirá alcanzar su licenciatura.

Luis, experto en buceo

Luis, de 36 años, ocupa el cargo de jefe de la Gestión Operativa del GOE. Al arribar el equipo de comunicación del Ministerio del Interior, el capitán daba disposiciones a su personal, asignaba equipos para que salgan a patrullar en diferentes puntos de Guayaquil, Durán y Samborondón, y enviaba a especialistas en recuperación de cuerpos humanos al estero salado, donde una persona fue reportada minutos antes como desaparecida.

El capitán Cifuentes abandona su oficina para empezar en el área de la piscina el curso de buceo. Cabe recalcar, que en el país existen pocos instructores especializados en actividades subacuáticas. Sus alumnos lo escuchan con atención, mientras absorben todos sus conocimientos

Este agente del GOE, con 13 años en la Policía Nacional, relata que durante el ejercicio de su profesión, ha pasado por experiencias muy agradables, pero también por trabajos duros que no cualquiera está dispuesto a hacer.

“Hace algunos años, ingresé por las alcantarillas al ex Penal García Moreno, me ensucié con heces fecales, pasé por un tubo pequeño y logré evitar que unos presos se fugaran. Lo haría otra vez, porque para eso nos preparamos, para combatir a la delincuencia y servir a la sociedad, por más fuerte que sea la tarea encomendada”.

Edison anhela salvar vidas

La vida policial de Edison Cifuentes, de 34 años de edad y 12 años en la institución, tampoco ha sido fácil. A pesar de todo la considera satisfactoria y señala que eligió pertenecer al Grupo de Intervención y Rescate (GIR) porque no hay nada más placentero que salvar una vida.

“Mi trabajo, además me da la oportunidad de traer paz a los hogares que han perdido a sus seres queridos por derrumbes o diluvios. A veces las personas quedan atrapadas entre los escombros y sus familias temen no poder enterrar sus cuerpos. Nosotros nos encargados de encontrar los cadáveres y permitir a los suyos despedirse”, señala.

A este jefe de logística y de equipo táctico lo ubicamos en su escritorio en el GIR, coordinando por radio la asignación de los botes que serían utilizados para ayudar a los damnificados en las inundaciones. “Los sectores más afectados no han sido dentro de la zona 8, es decir en Guayaquil, Durán y Samborondón, sino en otros puntos de la provincia del Guayas. No importa dónde nos necesiten, allí estaremos para servir a los más necesitados, esa es nuestra misión”.

Valores aprendidos

Luis y Edison coindicen que su deseo de ser policías nació dentro de su círculo familiar. “Mi padre nos inculcó esta excelente profesión. Desde niños quisimos ser parte de la institución porque sentimos el amor, los sacrificios que conlleva portar con orgullo este uniforme. Mi padre nos enseñó con su ejemplo a ser honestos, leales, perseverantes, solidarios. Todos estos valores que mi progenitor destacó durante su vida laboral y así lo hacemos nosotros ahora”.

Apoyo mutuo

La rivalidad no existe entre los Cifuentes. Cuando Luis le dijo a Edison que quería ser agente del orden, él estuvo allí para motivarlo. Asimismo, cuando Edison le dijo a su hermano mayor que quería seguir sus pasos, Luis le dio su respaldo. “Las pruebas para ingresar al GIR y al GOE no son nada fáciles, mi ñaño siempre me decía sigue adelante, ya pasé por eso y si yo pude aprobar el curso, tú también lo harás y así lo hice. Nos queremos mucho y siempre estamos pendientes uno del otro”

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Oscar y su pasión criminalista

Cuando el teniente Oscar Cifuentes, de 31 años de edad, les confesó que quería ser criminalista se sorprendieron pero no lo hicieron de menos, todo lo contrario, lo estimularon y hoy están orgullosos de él. “Nosotros luchamos contra el hampa en las calles, mi hermano lo hace desde su laboratorio. Su trabajo es muy importante porque son las evidencias las que demuestran la culpabilidad de un ciudadano. Oscar está por terminar sus estudios como Licenciado, en Argentina, y volverá a expandir sus conocimientos y ser un elemento valioso dentro de la institución”.

Capacitaciones

Los hermanos Cifuentes, gracias a la Policía Nacional, han tenido la oportunidad de especializarse en talleres realizados dentro y fuera del país. “Estudiamos en Bolivia, Chile, Argentina y Francia. Hemos recibido formación de colegas policías de unidades operativas de estos países.
Educación que la ponemos en práctica en nuestras actividades diarias”.

Los hermanos Cifuentes son ejemplo de superación, de amor a la institución, vocación de servicio. Estos valores los destaca entre las filas de la Policía Nacional. “Somos hermanos de sangre y hermanos policías. Buscamos que nuestros compañeros aprendan que no importa la unidad en la cual se desempeñen, porque todas aportan a que los ecuatorianos contemos con un buen vivir. Siempre y cuando, lo hagamos con rectitud y responsabilidad”, concluyen. /Redacción Guayas.

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