Miembro policial que luchó contra el hampa recibió condecoración
Guayaquil.- Pasaba sus días de infancia soñando en vestir el uniforme de la Policía Nacional. Con sus amigos de barrio en su natal Riobamba jugaba a perseguir a los malos, a atraparlos y a hacer de este mundo un lugar mejor. Cuando tuvo la edad suficiente se enroló en las filas de la Institución sin imaginar que llegaría a recibir una medalla ‘Al valor’, por su labor cumplida más allá del deber.
En la ceremonia de premiación, desarrollada el 10 de abril de este año, al cabo segundo Carlos Xavier Olivo Rodríguez, sus compañeros lo observaban fijamente, con admiración y respeto. Saben que no cualquiera está dispuesto a hacer lo que él hizo, arriesgar su vida por evitar que los pasajeros de un bus pierdan la suya durante un asalto.
Para Olivo, quien tiene 36 años de edad y 10 en la Institución, la mañana del 7 de enero pasado, era un día más de trabajo. Había sido relevado luego de cumplir una consigna como agente de la Unidad de Antinarcóticos, donde presta sus servicios desde que llegó a Guayaquil; abordó un bus intercantonal de la cooperativa Pedro Carbo para trasladarse a su oficina. A la altura de la ciudadela Vergeles, en la vía Terminal Terrestre – Pascuales, se percató que un antisocial sacó su arma de fuego y le rompió la cabeza a un pasajero por robarle. No dudó ni un segundo y se levantó de su asiento para forcejear con el delincuente.
El valiente policía, que tiene una hija de 2 y otra de 4 años de edad, afirmó que en ningún momento se le cruzó por su mente quedarse callado pese a que no estaba uniformado, su deber le llevó a impedir que los ladrones se apoderen del transporte público y cometan el atraco. Escuchó disparos mientras neutralizaba a uno de los hampones. Su prioridad era que los ciudadanos no salieran lastimados, por lo que retuvo al segundo asaltante quien detonó una bala que le llegó al muslo de su pierna izquierda.
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“Sé que el proyectil pudo haber alcanzado otro órgano de mi cuerpo, pude perder la vida; sin embargo, lo volvería a hacer, volvería a enfrentarme con malhechores como esos, porque me formé para defender la integridad de los demás. Es el juramento que hacemos cuando ingresamos a la Policía Nacional y nos ponemos en servicio de los ciudadanos”, afirmó Olivo.
Gracias a su acción valerosa, ese día, Carlos Enrique F. C., de 22 años de edad, fue capturado. El sujeto tenía antecedentes penales en el 2013 por robo calificado. “No me siento como un héroe, considero que hice lo que me correspondía, me es grato ayudar a los demás, no lo hago por un reconocimiento, lo hago porque así colaboro para que todos podamos vivir sin temor al salir a las calles de nuestro país”, aseguró.
Olivo permaneció en el Hospital de la Institución hasta su recuperación. Rolando Panchana, gobernador del Guayas, y el general Ignacio Benítez, comandante de la zona 8 le agradecieron por su entrega en beneficio de los más necesitados, en el acto público en el que fue homenajeado la semana pasada.
Durante el evento, sus jefes se acercaron a expresarle lo orgullosos que estaban de él, mientras que sus compañeros le extendían la mano con la esperanza de recibir en algún momento la misma distinción. Sin duda, los más alegres por la condecoración fueron son sus seres queridos, por quienes él lo da todo y ellos por él. / Redacción Guayas.
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