Quito.- José Serrano, ministro del Interior participó, este viernes por la noche, de un misa de acción de gracias en la iglesia y convento ‘San Francisco’ del centro histórico de Quito. Le siguió un brindis y emotiva reunión con 67 policías de la quincuagésima sexta promoción de oficiales de línea, quienes convocados con sus esposas e hijos recordaron sus 23 años de carrera profesional al servicio de la Policía Nacional y el país.

La carrera de este unido grupo policial inició en septiembre de 1991, cuando ingresaron más de 150 aspirantes a oficiales de la Policía Nacional, creyentes en su capacidad y vocación de vida que consagrarían con los años de carrera en la institución del orden.

Los en ese entonces cadetes aspirantes a oficiales de policía llegaron a Quito desde las subzonas Carchi, Imbabura, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, Napo, Pastaza, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Loja y El Oro, en busca de la oportunidad de asumir el reto.

La capacitación permitió elevar los niveles técnicos culturales de estos servidores policiales en compromiso con la seguridad ciudadana, consolidándose la promoción incluso como una de las mejores de la Policía Nacional y de mayores resultados frente al delito en el año 1994.

El teniente coronel Cristian Barreiros, Comandante de la LVI promoción de oficiales de línea de la Policía Nacional realizó un brindis, elogiando la unión y disciplina al servicio de la comunidad de esta gallarda promoción.

“Hace 23 años un grupo de jóvenes ingresamos a la Escuela Superior de Policía ‘General Alberto Enríquez Gallo’ y fuimos recibidos por oficiales dignos y honorables, quienes nos infundieron respeto, honestidad, valor, disciplina y lealtad. Esta digna profesión nos ha enseñado a dar una mano a quien lo necesita, aliento a quien lo requiere y a superar los obstáculos del día a día”, destacó Barreiros.

Competencias deportivas, paradas policiales, desfiles u otros concursos fueron conquistados en más de 20 años por este grupo de amigos de la Policía Nacional que vio formar grandes valores, además del correcto e idóneo servicio a la comunidad. /Redacción Quito.

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