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No se tolerará ningún acto de corrupción en la Policía Nacional

«Los malos elementos de la Policía deben  ser sancionados, separados y puestos a órdenes de los operadores de justicia», aseveró el viceministro de Seguridad Interna, Javier Córdova.

Así se pronunció  respecto a la actuación de un agente que cometió un delito en la ciudad de Esmeraldas. Afirmó que resulta vergonzosa la sanción de 10 días impuesta al policía, por lo tanto, dijo, habrá que evaluar cómo se dio el proceso disciplinario, aparte de las acciones legales que permitan sancionarlo rigurosamente.

Para Javier Córdova, estos  actos son  intolerables, sin embargo, destacó el reconocimiento ciudadano al esfuerzo desplegado por la Policía Nacional. «No podemos catalogar a más de 40 mil policías por unos cuantos malos elementos que hacen quedar mal al resto de la institución», dijo, al añadir que «es una vergüenza y es lamentable que por unos pocos quede mal toda una institución».

Según remarcó Córdova, el trabajo policial arroja importantes logros como la desarticulación de bandas, 130 más buscados detenidos en más de un año, disminución en los índices de delincuencia, la cercanía de la policía a la ciudadanía.

Adicionalmente señaló que el Gobierno ha asignado importantes recursos para equipar y dotar de infraestructura necesaria para dignificar el trabajo policial.

De la misma manera,  el comandante de la Zona 9 del Distrito Metropolitano de Quito, Juan Carlos Rueda, remarcó que quien rompe su juramento de servicio, lealtad, honestidad no puede considerarse un policía.

«La actitud de los policías es de absoluta transparencia y vamos a poner en el lugar que corresponde a aquellas personas que traicionan su uniforme, insignias y la responsabilidad que el Estado no ha asignado», dijo Rueda, al asubrayar que existe la disposición y transparencia suficiente para actuar en contra de los uniformados que se alejan del cumplimiento de sus funciones.

Finalmente las dos autoridades coincidieron en señalar que desde junio del presente año se registra una tendencia marcada en la reducción de algunos delitos, entre ellos el robo a personas,  al igual que los homicidios y asesinatos, lo cual es inédito no solo en el país sino en la región.