Quito.- Nuevos actos vandálicos se desarrollaron la noche de este jueves, en las inmediaciones del Instituto Nacional Mejía, dejando un saldo de 17 policías heridos, debido a la violencia con la que actuaron los protestantes. La tónica del miércoles se repitió: palos, piedras y hasta bombas molotov se lanzaron contra el grueso de los 120 uniformados que llegaron al lugar a partir de las 19h00.

Los estudiantes del referido centro educativo cerraron la circulación vehicular de la avenida América, a la altura de las calles Arenas y Checa, desde las 18:00. Un aproximado de 400 manifestantes, entre estudiantes e infiltrados, participaron del acto de vandalismo, en el cual también se afectaron bienes privados y públicos. La estación del corredor Central Norte de la Santa Prisca fue atacada con piedras y golpes.

Los vandálicos se refugiaron en el interior del plantel. Desde allí volvieron a lanzar los proyectiles a los policías. Ante esta agresión los uniformados ingresaron al colegio y detuvieron a varios de los manifestantes. En total fueron 126 los protestantes retenidos, de los cuales 61 son mayores de edad y 65 menores. Estos últimos fueron, posteriormente, entregados a sus padres.

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Producto de la fuerte arremetida que sufrieron los policías se registraron 17 gendarme heridos. La mayoría de las afectaciones la recibieron en rostro, cabeza, piernas y tórax. Al momento, los uniformados reciben atención médica en el Hospital de la Policía.

Los uniformados que participaron del operativo pertenecían a las unidades del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM), Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) y policía comunitaria.

Visita
El Presidente de la República, Rafael Correa, y el ministro del Interior, José Serrano, visitaron este viernes la Plaza San Francisco, en donde la tarde y noche del miércoles también se produjeron incidentes violentos, provocados por sujetos desaprensivos que atacaron sin provocación alguna a los agentes del orden.

El Primer Mandatario felicitó la labor de la Policía Nacional, pues a pesar de la violencia con la que actuaron los protestantes, la respuesta policial fue precautelar la seguridad del sector y de las transeúntes. Durante esa jornada no se produjeron heridos entres los agresores de los policías.

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